En la Feria del Libro
Termina con cierto éxito (económicamente mejor que la del año pasado) la Feria del Libro de Madrid. Pero me creo en el ineludible deber de denunciar el intrusismo, ese despropósito que, aunque aún persiste, bien es verdad que va menguando de año en año.
En esta edición he visto a varios escritores firmando en las casetas (afortunadamente no había mucha gente solicitando su firma); y lo que ya es el colmo: he visto a algún poeta intentando firmar su obra (a estos ni agua les daban). ¡Menos mal que son una minoría! Para bien de todos, esa gente, como especie en extinción, no tardará mucho en desaparecer de la Feria del Libro; pero aún siguen allí, como lapas, parasitando las casetas que ya no les pertenecen.
La Feria ya es de las estrellas mediáticas, de los presentadores de televisión, de los políticos o de los no-sé-qués. ¡Ya está bien!¡Un poco de formalidad!— José Antonio Martínez Lamoca.
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