¿Quién será el próximo David Beckham?

Mientras el resto del universo vive pendiente de la visión de Van Gal, el cambio de juego de Italia o la laxitud arbitral con la selección anfitriona, el mundo de la moda disfruta del Mundial a su manera. Porque la cita brasileña es la ocasión perfecta para que las marcas descubran potenciales embajadores, y los medios especializados iconos que funcionen por igual entre el público homosexual y heterosexual. En esta competición hay algo más en juego que la gloria deportiva y una estrella coser sobre el escudo. De Maracaná puede salir el sucesor de David Beckham. O no.

Muchos consideran que el tiempo de los futbolistas modelo ha pasado y que, precisamente, la falta de un relevo a la altura de figuras como el propio Beckham o Freddie Ljungberg (imagen de Calvin Klein) es uno de los motivos, junto a un cambio de gustos y la saturación de esta estrategia publicitaria.

“Tienen la talla perfecta. No son tan grandes como los jugadores de fútbol americano ni los de baloncesto” -Julie Ragolia, directora de la revista 'Man of the world'

La querencia de las firmas de lujo por los futbolistas no es, efectivamente, algo nuevo. Dolce & Gabanna viste a la selección italiana y a Lionel Messi en ceremonias y actos públicos. Armani hace lo propio con Kaká y el jugador ucranio Andriy Shevchenko. Hugo Boss acaba de fichar a Sergio Ramos y Emidio Tucci triunfó el año pasado con una campaña protagonizada por Xabi Alonso.

Semejante fijación no esconde ninguna retorcidad explicación. Las estrellas del fútbol tiene un cuerpazo, fama internacional y no hay niño, hombre o anciano que no quiera parecerse a ellos. Lo único que les hace falta para encarnar el sueño húmedo de cualquier director de marketing es hablar y tener el don de gentes de Hugh Jackman.

“Tienen la talla perfecta. No son tan grandes como los jugadores de fútbol americano ni los de baloncesto. Tú puedes coger a un futbolista y ponerle un traje de showroom [que tienen una talla estándar] y que esté 100% maravilloso”, explica Julie Ragolia, directora de la revista Man of the World, al New York Times.

David Beckham es el hombre que, hasta el momento, lo ha hecho antes y lo ha hecho mejor en lo que a transitar de futbolista a icono de moda se refiere. El responsable de que medio mundo llevase cresta en los 2000 ha conseguido que las campañas de su línea de ropa interior para H&M sean una suerte de acontecimiento planetario, y que, con su hija Harper Seven en brazos, casi hayamos olvidado (y perdonado) que se casase con una Spice Girl (aunque ahora sea una diseñadora respetada).

El británico aún no ha abdicado, pero el New York Times ya ha escogido a cuatro candidatos a la sucesión:

-Neymar: El jugador brasileño de 22 años ya apunta maneras: Ha protagonizado la portada de Vogue Brasil con Gisele Bündchen. También ha posado para el WSJ con prendas de Calvin Klein y aparecido en la portada de The New York Times Magazine. Sus bíceps y su cara de chico travieso juegan a su favor. El diseñador Robert Geller asegura en el diario estadounidense que parece un nuevo rico y es un poco hortera. Algo tan extraño dentro del mundo del fútbol como los tatuajes.

-Ronaldo: Imagen de Armani desde 2010, ha ocupado recientemente una portada de Vogue España con su novia, la modelo Irina Shayk. Para suceder a Beckham debería pasarse más tiempo sonriendo y menos depilándose las cejas. Es cierto que uno puede lavar ropa en sus abdominales, pero este extra no es suficiente.

-Oscar dos Santos Emboaba Junior, aka Oscar. Cumple uno de los principales requisitos para acceder al puesto: protagonizar una campaña de Calvin Klein, esta vez solo para Brasil, su país natal. Es guapo y juega en el Chelsea.

-Keisuke Honda. Es japonés y lleva el pelo teñido de rubio. “En su país la gente está loca por él. Está en campañas de cervezas y de refrescos y se ha convertido en la cara visible del equipo nipón”, resume Geller en el New York Times. Solo el tiempo dirá si el fervor de sus paisanos se convierte en epidemia global.

Y aunque resulta difícil llevarle la contraria al diario estadounidense, es casi una obligación enriquecer la lista con una candidatura local:

-Xabi Alonso. Porque marcó el único gol en el descorazonador partido contra Holanda. Porque las vallas publicitarias en las que aparecía vestido de Emidio Tucci producían cortés de tráfico, arritmias y desmayos. Vamos, que eran muy malas para salud pública y vial, pero muy buenas para el ánimo. Y porque Conchita Wurst ha puesto de moda las barbas.