El huevo y la gallina en Carlo Scarpa
Acceso a la Fundación Querini Stampalia de Venecia (1961)
El veneciano Carlo Scarpa (1906-1978) conoció los materiales antes que los espacios. Nada más convertirse en arquitecto, con solo 20 años, fue nombrado asesor del taller de cristal de Murano Capellin & Co (más tarde asesoraría al mítico Venini) y tenía 30 años cuando comenzó su primer proyecto: la renovación de las instalaciones de la universidad de su ciudad en Cà Foscari. Esa doble entrada, desde el material y desde la mejora (a través del rescate de lo existente) marcaría todo su trabajo: el pabellón librería en los jardines de la Bienal de Venecia, el hotel Bauer de esa misma ciudad o la restauración de la Fundación Querini Stampalia considerada, junto a Castelvecchio en Verona, su obra maestra.
Estos dos últimos proyectos parten del pasado para acercarlo al presente. Y la cercanía con el presente se produce por el desnudo de los materiales, la elegancia de las geometrías y la confianza en la belleza de las estructuras arquitectónicas. Así, fue esa capacidad de intervenir con acero, hiero, latón, travertino o madera para subrayar lo existente lo que convirtió esos proyectos en una guía de cómo acercarse al pasado sin incurrir en pastiches de la que tantos arquitectos contemporáneos aprendieron para convertir un antiguo edificio civil (un hospital, un convento o una estación) en una galería o en un espacio expositivo.
El diseño de diversos muebles que realizó Scarpa para aquel primer proyecto en Cà Foscari estableció que en él, el diseñador y el arquitecto fueran ya siempre de la mano. Él mismo diseñó sus propios cubiertos y los llevaba envueltos en una servilleta de lino cuando comía en un restaurante.
Scarpa diseñó la mesa Doge, de madera y mármol coloreado, para amueblar la casa Zentner en Zurich. Pero Gavina protestó porque no dejaba ver la estructura magistral que había ideado el arquitecto. Así, convenció a Scarpa para que empleara un sobre de vidrio. El detalle de la barandilla de la pasarela que da acceso a la Fondazione Querini Stampalia recuerda a esa estructura que soporta la mesa.
La mesa de mármol Delfi original era un trabajo conjunto de Scarpa y Marcel Breuer que este último le había regalado a Gavina. De mármol y sujeta con dos prismas monolíticos, Scarpa sugirió abrir esos monolitos, aligerar su presencia. En el jardín de la Fundación Querini Stampalia hay una fuente cuyo caño recuerda la manera en que esta mesa sujeta su sobre con piezas de latón. ¿Huevo o gallina? Scarpa es una figura de la arquitectura más exquisita de la que todavía se puede aprender cómo los detalles, en su justa y precisa medida, contribuyen a la suma del total del edificio.
La empresa Cassina tiene hoy en su catálogo la antigua Collezione Simon de mesas de Scarpa.
Mesa Doge (producida por Simon en 1968)
Detale de la mesa Doge con dos cilindros de latón que sujetan el sobre de vidrio
Detalle de la fuente del jardín de la Fundación Querini Stampalia
Mesa Delfi (1969) fotografiada en el jardín de la Fundación veneciana
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