Empoderando a las mujeres, empoderando a humanidad ¡Imagínalo!
La directora ejecutiva de ONU Mujeres reflexiona sobre lo conseguido y la relevancia de la Plataforma de Acción de Beijing que cumple 20 años
Hace casi 20 años, el mundo se reunió en Pekín en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer. Allí, 189 gobiernos adoptaron una innovadora hoja de ruta para la igualdad de género: la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing. Más de 10 000 delegados y 30 000 activistas imaginaron un mundo en el que las mujeres y las niñas tuviesen los mismos derechos, libertades y oportunidades en cualquier ámbito de la vida.
A pesar de todo el progreso alcanzado en las dos últimas décadas, ningún país puede jactarse de haber alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres. Ya es hora de que el mundo aúne esfuerzos de nuevo y complete esta travesía en beneficio de mujeres y niñas.
ONU Mujeres lanza una campaña a lo largo de todo un año con la que se pretende dar un renovado impulso a la visión presentada en la Conferencia sobre la Mujer de Beijing. Nuestros objetivos son claros: un compromiso renovado, acciones reforzadas y un aumento de los recursos para alcanzar la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y el cumplimiento de los derechos humanos. Nuestro lema es: Empoderando a las mujeres. Empoderando a la humanidad: ¡Imagínalo!
La Declaración de Beijing estableció estrategias para trabajar en 12 ámbitos de preocupación para mujeres y niñas en todo el mundo. Se instó a los gobiernos, al sector privado y a otros socios a que redujeran la pobreza de mujeres y niñas, a que asegurarán su derecho al acceso a la educación y a la formación. También se les instó a que protegieran su salud (incluyendo su salud sexual y reproductiva), a que las protegieran de la violencia y la discriminación, a que aseguraran que los avances tecnológicos también les beneficiaran y a que promovieran su participación total e igualitaria en la sociedad, la política y la economía.
La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing sigue siendo el acuerdo más completo a nivel mundial sobre el empoderamiento y la igualdad de género. ¡Si tan sólo se hubiese aplicado!
No obstante, hoy podemos celebrar algunos avances. Más niñas van a la escuela, más mujeres trabajan, son elegidas como representantes y asumen puestos de liderazgo. Aun así, en todas las regiones del mundo y en todos los países, las mujeres siguen sufriendo discriminación sólo por su condición de mujer.
Podemos verlo todos los días. En la desigualdad en los sueldos y oportunidades en el ámbito laboral. En la persistente baja representación de mujeres líderes tanto en el sector público como en el privado. En el flagelo continuo que supone el matrimonio infantil, y en la pandemia de violencia que sufre una de cada tres mujeres en todo el mundo, una cifra mayor que la población de Europa.
Aunque, quizá, lo más sorprendente es que si las negociaciones de Pekín se llevasen a cabo hoy en día, probablemente se llegaría a un acuerdo menor. Todos tenemos la responsabilidad de seguir luchando hacia adelante para conseguir la plena aplicación de los acuerdos, pues cada vez que una mujer o niña sufre discriminación o algún tipo de violencia, es la humanidad la que pierde.
Desde la Conferencia de Pekín se han acumulado muchas pruebas de que empoderar a las mujeres es empoderar a la humanidad.
¡Imagínalo!
Los países con mayores niveles de igualdad de género presentan un mayor crecimiento económico. Las empresas con más mujeres en sus juntas directivas obtienen más beneficios para sus accionistas. Los parlamentos con más mujeres debaten un mayor número de cuestiones y adoptan más legislación sobre sanidad, educación, no discriminación y asistencia a menores. Además, los acuerdos de paz alcanzados por hombres y mujeres duran más y son más estables.
Los estudios han demostrado que por cada año adicional de educación que reciban las mujeres, la mortalidad infantil desciende un 9,5 por ciento. La igualdad de oportunidades para acceder a recursos y servicios para las mujeres agricultoras aumentará la producción y erradicará el hambre de 150 millones de personas. 1.000 millones de mujeres entrarán en la economía mundial en la próxima década. Con igualdad de oportunidades, su impacto en nuestra futura prosperidad provocará un punto de inflexión global.
Podemos y debemos convertir esto en una realidad. Ahora mismo, cada país está trabajando para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015 y para definir un nuevo plan mundial de desarrollo.
Debemos aprovechar esta oportunidad única en esta generación para plasmar con trazo firme la igualdad de género, así como los derechos y el empoderamiento de la mujer en las prioridades de la agenda mundial. Es lo correcto y lo que será más beneficioso para la humanidad.
Hombres y niños, callados durante mucho tiempo, empiezan ahora a alzarse y a defender los derechos humanos de mujeres y niñas a través de iniciativas como la campaña de ONU Mujeres #HeForShe. ¡Hacemos un llamado a todos los hombres y niños para que se unan a nuestra causa!
Casi 20 años después de Pekín, creo que el mundo está preparado para aplicar esta visión sobre la igualdad para hombres y mujeres. Hoy lanzamos una campaña Beijing+20 que se centrará en el progreso, en reconocer a quienes han luchado y en el trabajo efectivo que se está realizando en pos de la igualdad de género. Cada país redactará un informe sobre la situación de sus mujeres y niñas en estos 20 años después de la cuarta conferencia. La campaña hace un llamado tanto a líderes como a la población civil para que se vuelvan a comprometer y actúen para convertir en realidad las perspectivas de la plataforma de Beijing.
Desde Suecia, donde en junio se celebrarán reuniones para proteger los derechos humanos de mujeres y niñas; pasando por la Cumbre sobre el Clima de septiembre en Nueva York, donde mujeres jefes de Estado y activistas reafirmarán el papel de la mujer en la protección del medioambiente; luego en India, donde hombres y niños se manifestarán a favor de la igualdad de género; y hasta el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2015, gente de todos los países alzarán su voz por un mundo mejor.
Juntas y juntos podemos alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres. ¡No hay tiempo que perder!
Empoderando a las mujeres. Empoderando a la humanidad. ¡Imagínalo!
Phumzile Mlambo-Ngcuka es directora ejecutiva de ONU Mujeres.
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