Celebramos el Día Mundial del Comercio Justo con chocolate

Por Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo

Solamente con nombrar la palabra chocolate, la mayoría de las personas comenzamos a salivar. Con solo citarlo parece que el dulce nos llena el cuerpo y nos vienen a la mente sensaciones agradables ya que el chocolate está muy asociado a celebraciones, fiestas, e incluso, a los momentos cotidianos de descanso.

Este es uno de los motivos por el que hemos elegido el chocolate como protagonista del Día Mundial del Comercio Justo, que celebramos este sábado 10 de mayo. Pero también lo hemos elegido porque el chocolate es un ejemplo muy claro de las injusticias que esconde la cadena de elaboración de muchos productos que consumimos diariamente.

Por ejemplo en Costa de Marfil, principal país productor, quienes cultivan el cacao necesitarían ganar por la venta de su cosecha diez veces máspara salir de lapobreza extrema. Esta realidad contrasta con las multimillonarias ventas de este placentero dulce, que supera los 100.000 millones de dólares estadounidenses y continúa creciendo cada año. No sorprenderá decir que el 60% de la facturación está controlado por cinco grandes empresas.

Pero sin duda, donde la producción del cacao adquiere su lado más amargo es al hablar de la explotación laboral infantil. Aunque en el año 2001, tras las denuncias de organizaciones sociales y de miles de ciudadanos, las principales empresas del sector se comprometieron a evitar las “peores formas de trabajo infantil” en las plantaciones, éste sigue siendo una lacra en la actualidad. El logro de los objetivos del llamado “Protocolo del cacao” se ha ido postergando y ahora mismo el plazo para cumplirlo está fijado en 2020. Distintos informes independientes confirman que no se ha cumplido ninguno de los artículos.

En pleno siglo XXI impresiona leer que, según la Organización Internacional del Trabajo, en África 284.000 menores trabajan como cualquier adulto en el cultivo del cacao, y 12.000 lo hacen en condiciones de esclavitud, es decir, sometidos a abusos y a trata de personas, con jornadas de 12 horas y sin ningún tipo de protección para su salud.

Lamentablemente las realidades que dibujan estos datos pueden resultar conocidas a muchas personas, especialmente si sois lectores de este blog y consumidores críticos y responsables. Creo que hace varias décadas una investigación sobre el cacao habría arrojado casi las mismas cifras.

Lo que seguramente no habríamos encontrado hace varias décadas es que algo más del 1% del cacao que se produce en el mundo es de Comercio Justo. A día de hoy cada año se venden unas 40.000 toneladas de granos de cacao cultivado según los criterios de este sistema comercial alternativo. Precisamente por eso tiene sentido celebrar y reivindicar el Día Mundial del Comercio Justo. En esta fecha consumidores, organizaciones campesinas, artesanas y productoras en general, importadoras, tiendas y todos lo que apostamos por otra economía, celebramos y reivindicamos que hay otro comercio posible, más sostenible y humano, que funciona desde hace más de 60 años y que ofrece al consumidor artículos de calidad, y al productor una vida digna.

Por todo esto os invitamos este sábado 10 mayo (y a lo largo del mes) (enlace de actos web) a participar en los actos que hemos organizado en más de 60 localidades de 14 comunidades autónomas. Y, como no, lo haremos con un chocolate realmente bueno: “Bueno para quien lo produce. Bueno para quien lo consume. Bueno para cambiar el mundo”.

NOTA: El informe completo sobre el cacao se puede descargar en www.comerciojusto.org. Ha sido elaborado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.