Una sentencia ejemplarizante
Pues parece que sí, que la justicia española es capaz de actuar con rapidez y de imponer una sentencia ejemplarizante y severa en un caso relacionado con uno de nuestros políticos.
Me refiero al caso de Enrique Olivares García, el falso cura que entró en la vivienda de la familia Bárcenas y después de maniatar a la esposa, al hijo y a la sirvienta, trató de encontrar en el despacho de Bárcenas un pendrive con el que pensaba cambiar la historia de este país. Por esos hechos el tribunal le ha condenado, en menos de seis meses, a una pena de 22 años de cárcel con un cumplimiento mínimo de 18 años, a pesar de que esos delitos no han tenido consecuencias graves para nadie. En este caso no ha habido dilaciones, ni prescripciones y se le ha condenado, prácticamente, de por vida. En esta ocasión, al tribunal no le ha temblado la mano y ha actuado con rapidez y contundencia; claro que se trata de un pobre hombre que, claramente, no esta en su sano juicio, de alguien sin amigos poderosos ni contactos importantes. Con estos sí, con estos la justicia es rápida e implacable. ¡22 años de cárcel! A pesar de que le facilitaron la entrada en la vivienda, de que fue reducido casi inmediatamente por la propia familia sin intervención policial y, sobre todo, a pesar de su evidente problema mental, el tribunal ha sido implacable.
¿Tendremos que seguir esperando mucho tiempo para ver condenados a las mismas penas de cárcel a tantos y tantos políticos que han cometido delitos mucho más graves para la sociedad y con consecuencias muy dramáticas para muchos ciudadanos?— Pepa Martínez Nieto.
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