Científicos a la fuga
Desde que empezó la crisis me he visto obligado a decir adiós a muchos amigos y familiares que se dedican a la investigación y que inevitablemente han tenido que emigrar al extranjero para poder optar a mejores condiciones laborales, es decir, cobrar un sueldo digno y desarrollar su trabajo con la tecnología necesaria, de la que la mayoría de empresas españolas no dispone actualmente. Pero no es de extrañar, ya que en este país no se invierte en I+D. Somos de los que piensan: que inventen los demás.
Mientras tanto, para aumentar nuestro pesimismo y resentimiento, día sí y día también salen a la luz nuevos casos de corrupción política.
Entonces yo, como estudiante de segundo de Bachillerato me pregunto: ¿vale la pena estudiar tanto, ahora que en junio me presento a Selectividad, si en España no se premia a los que se debería premiar?— Marc Martín Hernández.
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