¿Qué pasó con eso que aprobó el Congreso?
Este artículo ha sido escrito por el equipo del Proyecto Avizor (@proyectoavizor) del Centro de Investigación y Estudios sobre Comercio y Desarrollo (www.ciecode.es).
Matriz de iniciativas del proyecto "¿Qué pasó con eso...?". Puedes manejarla aquí.
Imaginad a una ONG que decide poner en marcha una campaña de sensibilización ciudadana e incidencia política para conseguir arrancar de los poderes públicos españoles un compromiso de respuesta a una determinada situación de pobreza o injusticia social.
Imaginad también que, como parte de su estrategia de incidencia política, esta ONG lleva a cabo una serie de reuniones con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados; y que consigue que alguno de ellos se comprometa a presentar una propuesta parlamentaria que inste al Gobierno español a priorizar en sus acciónes la resolución de dicho problema. Imaginad, por último, que este grupo parlamentario consigue, en el debate y posterior negociación de la propuesta, aunar suficientes apoyos para que esta sea aprobada.
¿Debería ser esto motivo de celebración para la ONG que puso todo este proceso en marcha? Sobre el papel, desde luego que sí. Sin embargo, los datos que arroja la nueva herramienta online “¿Qué Pasó Con Eso… que Aprobó el Congreso?” (que el CIECODE lanzó el pasado 10 de abril) parecen mostrar, más bien, que cuando una iniciativa de orientación política al Gobierno es aprobada en el Congreso, la batalla por conseguir que ello se traduzca en acciones políticas concretas no habrá hecho más que empezar.
Según “Qué Pasó Con Eso…” sólo 1 de cada 4 iniciativas que el Parlamento ha aprobado en lo que va de legislatura han sido íntegramente cumplidas por el Gobierno y, de las iniciativas aprobadas que incorporaban contenido favorable al desarrollo, la mitad han sido completamente incumplidas.
Sorprendentemente, el Congreso de los Diputados no dispone de mecanismos para dar seguimiento al proceso de cumplimiento de sus iniciativas; ni para exigir la posterior rendición de cuentas por parte del Gobierno. Tampoco es fácil para un ciudadano obtener información al respecto: en casi el 40 por ciento de los casos que CIECODE ha analizado, no hay ningún tipo de información pública disponible.
¿Significa esto que el trabajo que la sociedad civil y los propios diputados hacen para lograr acuerdos parlamentarios amplios no sirve de nada a la hora de promover compromisos políticos y acciones concretas del Gobierno en materia de desarrollo? No. El Congreso de los Diputados ha sido y es un actor clave a la hora de mantener vivo en la agenda política el compromiso de España en determinados temas relevantes para la lucha contra la pobreza, para visibilizarlos públicamente y para, llegado el momento, conseguir que el Gobierno se mantenga fiel a lo comprometido. Un reciente ejemplo ha sido el seguimiento y presión ejercida desde el Congreso sobre el posicionamiento de España en la negociación y ratificación del Tratado Internacional de Comercio de Armas.
Pero si existieran unos procedimientos que permitieran conocer el estado de cumplimiento de estas iniciativas y se institucionalizara la obligación del Gobierno de comparecer periódicamente ante el Congreso para rendir cuentas sobre ello, la función parlamentaria de orientación política podría ser mucho más efectiva y útil para dar respuesta a los problemas sociales a los que estas iniciativas están dirigidas.
Estas deficiencias de transparencia, información y rendición de cuentas de la función parlamentaria de orientación al Gobierno es un asunto de enorme trascendencia política y democrática. Responder de formar transparente sobre este cumplimiento es un ejercicio de respeto ante el Parlamento y ante la sociedad, que da sentido y legitimidad a esta función parlamentaria y a la institución que la desempeña.
En CIECODE pensamos que el acceso público de la información y evaluación sobre el grado de cumplimiento de las orientaciones parlamentarias debería ser garantizado y proporcionado de forma proactiva por el Estado. Pero, mientras tanto, aquí está “¿Qué Pasó Con Eso…?” para quedarse.
A un clic de distancia, cualquier ciudadano tiene acceso libre a toda la información disponible sobre el cumplimiento de las iniciativas parlamentarias aprobadas que son relevantes para el desarrollo (unas 80 desde el inicio de la legislatura). La aplicación también permite al usuario compartir información que nos ayude con el análisis del cumplimiento de las iniciativas y mostrarle, al diputado que la propuso o al ministerio responsable, el interés por su cumplimiento (o, como nosotros lo llamamos, “mandarles un Qué Pasó Con”).
Esperamos que esta nueva herramienta os resulte útil e interesante. Como cualquier otra herramienta, ser usada es su única razón de ser. En vuestra mano está.
Junto con el lanzamiento de la herramienta “¿Qué Pasó Con Eso… Que Aprobó el Congreso?”, el CIECODE presentó la semana pasada la segunda edición del Informe Avizor: un año de seguimiento de la actividad parlamentaria en materia de pobreza y desarrollo.
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