Ofensa a su recuerdo
Permitir la presencia de Teodoro Obiang, dictador de Guinea Ecuatorial, en el funeral de Estado en memoria del Adolfo Suárez resulta del todo incoherente y una ofensa a su recuerdo. Ahora asiste a sus exequias el que vetó al artífice de la Transición cuándo en 1992 trató de llevar a Guinea Ecuatorial hacia un sistema democrático. Ahora se une al lamento por su pérdida aquel que, tan solo dos años antes de que España viviera un intento de golpe de Estado, protagonizó uno en su país que triunfó y le llevó al poder, permitiéndole instaurar la dictadura que arrastra hasta el día de hoy. Ahora Obiang se viste de luto para recordar a aquel que desoyó las insistencias de los golpistas por ser consciente de representar al Estado. Ahora. Ahora que Suárez no puede permanecer sentado.— Daniel Álvarez.
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