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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Viajar como agente de cambio

Yago Álvarez Barba (@econocabreado)autor del blogwww.economistacabreado.com.

Siempre me atrajo el mundo de la cooperación y envidiaba a la gente que se armaba de valor y se marchaba a algún país del Sur a dedicar su tiempo a ayudar a los demás. Muchos consideran que las ataduras de la vida cotidiana son las que frenan sus ganas de coger una mochila y dedicar parte de su tiempo a otras personas. Otras veces puede que ese freno venga impuesto por el miedo a lo desconocido o a dejar atrás la placentera vida de agua potable y cómodos sofás en la que vivimos.

Entonces descubrí los Campos de Solidaridad. Una manera diferente de viajar en la que pasas un tiempo como voluntario implicado en las tareas del día a día de una organización local en América Latina, África o Asia. Una manera de acercarte al mundo de la cooperación y el voluntariado sin tener que cortar por lo sano con tu vida normal y una forma distinta de pasar tus vacaciones.

Recuerdo con claridad el día en que asistí a una reunión para informarme sobre los Campos de solidaridad. Cientos de preguntas me abordaban:¿Será bastante un mes?, ¿servirá de algo lo que haga?, ¿qué puede aportar alguien como yo?Entonces uno de los voluntarios nos dijo una frase que creo que no olvidaré nunca:“Quitaos la capa de superhéroe, que aquí nadie va a salvar el mundo”. La sinceridad de aquellas palabras me dejó de piedra y liquidó de un plumazo todas esas preguntas que rondaban mi cabeza para dar paso a una nueva: ¿Y de qué sirve entonces?

La finalidad de la experiencia es crear lo que ellos llaman “agentes de cambio”. No sólo se busca concienciar y sensibilizar a la persona que viaja, sino que se intenta que esa persona cambie y contagie esta nueva percepción de la realidad a los que le rodean. Pasar un tiempo en un país del Sur te otorga un punto de vista que cambia tu manera de ver las cosas. Está claro que en un mes nadie puede cambiar el mundo, pero es tiempo más que suficiente para que cambie la percepción de tu mundo.

Tuve la oportunidad de viajar aNepaly compartir la experiencia con cuatro personas a las que hoy considero parte de mi familia. Pasamos un mes en unacooperativa de pequeños productores con sede en Kathmandu. Las artesanas (en su mayoría eran mujeres), reciben un salario digno por su trabajo, pues sus productos son elaborados bajo los criterios del Comercio Justo. Viví con una familia nepalí, empapándome de su cultura, su alegría y su filosofía de vida. Tuve la suerte de pasar horas en un pequeño taller artesanal donde un grupo de mujeres me enseñó cómo convertían unos papeles reciclados en preciosas libretas, pero sobre todo me enseñaron su valor y coraje ante la vida.

Aquella experiencia marcóun antes y un despuésen mi vida. Aprendí que detrás de lo que compramos hay personas, lo que provocó un cambio en mi modo de vida y transformó algunos de mis comportamientos diarios, como mis hábitos de compra. También me enseñó que desde el Norte tenemos una responsabilidad con el Sur y quepodemos hacer mucho con nuestros actos cotidianos. Pude percibir que no hace falta cambiar radicalmente tu vida o romper con todo para contribuir en la transformación hacia un mundo más justo e igualitario. Además de todo eso, aprendí a valorar lo que tenemos y a luchar por ello.

Nota del autor:

Hay muchas organizaciones que tienen propuestas de este tipo. En mi casoSETEM MCMfue la organización que me brindó esta posibilidad. La primera reunión informativa de este año es el próximo sábado 29 de marzo, encontraréis toda la información al respecto enhttp://www.setem.org/site/es/campos-de-solidaridad-setem-mcm/reuniones-informativas/Podréis escuchar de primera mano en qué consisten los Campos de Solidaridad, además de conocer elprograma de formaciónprevio al viaje en el que durante varios fines de semana se profundiza en temas como las relaciones económicas entre el Sur y el Norte, los derechos humanos o la economía solidaria.

Comentarios

La caridad de los religiosos de toda la vida. Cuando vengan esos que llaman del Sur me creere a esta gente. Ah! Como? Los del Sur no tienen dinero para viajes intercontinentales.
Carlos, ¿te has leído el artículo? Creo que tienes un concepto de la caridad un tanto peculiar. La finalidad de los campos de solidaridad es crear agentes de cambio que contribuyan a acabar con las diferencias entre los países del Norte y del Sur, no ir a "ayudar". Ésta es sólo una de las muchas actividades que desarrollan organizaciones como Setem. ¿Has pinchado en los links para saber de qué van? Antes de descalificar, procesa lo que lees e infórmate mejor, majete.
De la idea inicial de "ir a ayudar", a la toma de conciencia de que queda mucho por aprender y de que una experiencia en un país del sur es generadora de cambios personales y actitudes comprometidas. El enfoque de los Campos de Solidaridad de organizaciones como Setem creo que pretende precisamente esto: dejar atrás conceptos trasnochados y con tufo caritativo para dar paso a otra manera de entender la experiencia. Convivencia, aprendizaje conjunto, intercambio... ¡Me gusta! Conocer la realidad es el primer paso para poder transformarla, y creo que dedicar tiempo a la formación y análisis previos al viaje es fundamental.¡Gracias por el post!
Belén y Carlos, esta persona ha decidido cambiar, es testigo y mesajero para muchas otras personas. Belén, la caridad también empieza por el respeto a los demás todos tenemos mucho que aprender y hay muchas formas de ayudar: a corto plazo, a largo plazo, la verdadera intención es lo más importante y no lo que "sepas" sobre la caridad. Carlos Perez: creo que la caridad de los religiosos la agradecen millones de personas todos los días y aunque no lo creas en el Sur del planeta hay mayor pobreza y peores condiciones de vida que en el Norte. Los del Sur intentan venir al Norte lo puedes ver en los centroamericanos que intentan entrar en EEUU, en los africanos que intentan entrar en Europa. La caridad creo que no puede ser auténtica sin humildad. Gracias Yago por tu ejemplo y tu testimonio.
Es bonito saber que hay gente que se preocupa por los demás, es bonito que aún podamos leer de buena mañana un mensaje tan fresco simple y sencillo de una persona que además de ser el hermano joven te da una lección sobre la vida.Un beso hermano y espero me vayas contando tus nuevas aventuras en tú viaje que empiezas estas semana.
Lo que cuenta Yago me hace acordar mucho a mi experiencia de voluntariado en Kenia. Para cambiar el mundo, hay que empezar por uno mismo. Saludos!
Ostras, yo hubo una época en la que me sentía lo suficientemente altruista como para interesarme por estas cosas. Entonces lo hubiera hecho. Ahora mi día a día me es un reto tan grande que no puedo ver más allá, pero admiro a la gente con esa determinación.
La caridad de los religiosos de toda la vida. Cuando vengan esos que llaman del Sur me creere a esta gente. Ah! Como? Los del Sur no tienen dinero para viajes intercontinentales.
Carlos, ¿te has leído el artículo? Creo que tienes un concepto de la caridad un tanto peculiar. La finalidad de los campos de solidaridad es crear agentes de cambio que contribuyan a acabar con las diferencias entre los países del Norte y del Sur, no ir a "ayudar". Ésta es sólo una de las muchas actividades que desarrollan organizaciones como Setem. ¿Has pinchado en los links para saber de qué van? Antes de descalificar, procesa lo que lees e infórmate mejor, majete.
De la idea inicial de "ir a ayudar", a la toma de conciencia de que queda mucho por aprender y de que una experiencia en un país del sur es generadora de cambios personales y actitudes comprometidas. El enfoque de los Campos de Solidaridad de organizaciones como Setem creo que pretende precisamente esto: dejar atrás conceptos trasnochados y con tufo caritativo para dar paso a otra manera de entender la experiencia. Convivencia, aprendizaje conjunto, intercambio... ¡Me gusta! Conocer la realidad es el primer paso para poder transformarla, y creo que dedicar tiempo a la formación y análisis previos al viaje es fundamental.¡Gracias por el post!
Belén y Carlos, esta persona ha decidido cambiar, es testigo y mesajero para muchas otras personas. Belén, la caridad también empieza por el respeto a los demás todos tenemos mucho que aprender y hay muchas formas de ayudar: a corto plazo, a largo plazo, la verdadera intención es lo más importante y no lo que "sepas" sobre la caridad. Carlos Perez: creo que la caridad de los religiosos la agradecen millones de personas todos los días y aunque no lo creas en el Sur del planeta hay mayor pobreza y peores condiciones de vida que en el Norte. Los del Sur intentan venir al Norte lo puedes ver en los centroamericanos que intentan entrar en EEUU, en los africanos que intentan entrar en Europa. La caridad creo que no puede ser auténtica sin humildad. Gracias Yago por tu ejemplo y tu testimonio.
Es bonito saber que hay gente que se preocupa por los demás, es bonito que aún podamos leer de buena mañana un mensaje tan fresco simple y sencillo de una persona que además de ser el hermano joven te da una lección sobre la vida.Un beso hermano y espero me vayas contando tus nuevas aventuras en tú viaje que empiezas estas semana.
Lo que cuenta Yago me hace acordar mucho a mi experiencia de voluntariado en Kenia. Para cambiar el mundo, hay que empezar por uno mismo. Saludos!
Ostras, yo hubo una época en la que me sentía lo suficientemente altruista como para interesarme por estas cosas. Entonces lo hubiera hecho. Ahora mi día a día me es un reto tan grande que no puedo ver más allá, pero admiro a la gente con esa determinación.
La caridad de los religiosos de toda la vida. Cuando vengan esos que llaman del Sur me creere a esta gente. Ah! Como? Los del Sur no tienen dinero para viajes intercontinentales.
Carlos, ¿te has leído el artículo? Creo que tienes un concepto de la caridad un tanto peculiar. La finalidad de los campos de solidaridad es crear agentes de cambio que contribuyan a acabar con las diferencias entre los países del Norte y del Sur, no ir a "ayudar". Ésta es sólo una de las muchas actividades que desarrollan organizaciones como Setem. ¿Has pinchado en los links para saber de qué van? Antes de descalificar, procesa lo que lees e infórmate mejor, majete.
De la idea inicial de "ir a ayudar", a la toma de conciencia de que queda mucho por aprender y de que una experiencia en un país del sur es generadora de cambios personales y actitudes comprometidas. El enfoque de los Campos de Solidaridad de organizaciones como Setem creo que pretende precisamente esto: dejar atrás conceptos trasnochados y con tufo caritativo para dar paso a otra manera de entender la experiencia. Convivencia, aprendizaje conjunto, intercambio... ¡Me gusta! Conocer la realidad es el primer paso para poder transformarla, y creo que dedicar tiempo a la formación y análisis previos al viaje es fundamental.¡Gracias por el post!
Belén y Carlos, esta persona ha decidido cambiar, es testigo y mesajero para muchas otras personas. Belén, la caridad también empieza por el respeto a los demás todos tenemos mucho que aprender y hay muchas formas de ayudar: a corto plazo, a largo plazo, la verdadera intención es lo más importante y no lo que "sepas" sobre la caridad. Carlos Perez: creo que la caridad de los religiosos la agradecen millones de personas todos los días y aunque no lo creas en el Sur del planeta hay mayor pobreza y peores condiciones de vida que en el Norte. Los del Sur intentan venir al Norte lo puedes ver en los centroamericanos que intentan entrar en EEUU, en los africanos que intentan entrar en Europa. La caridad creo que no puede ser auténtica sin humildad. Gracias Yago por tu ejemplo y tu testimonio.
Es bonito saber que hay gente que se preocupa por los demás, es bonito que aún podamos leer de buena mañana un mensaje tan fresco simple y sencillo de una persona que además de ser el hermano joven te da una lección sobre la vida.Un beso hermano y espero me vayas contando tus nuevas aventuras en tú viaje que empiezas estas semana.
Lo que cuenta Yago me hace acordar mucho a mi experiencia de voluntariado en Kenia. Para cambiar el mundo, hay que empezar por uno mismo. Saludos!
Ostras, yo hubo una época en la que me sentía lo suficientemente altruista como para interesarme por estas cosas. Entonces lo hubiera hecho. Ahora mi día a día me es un reto tan grande que no puedo ver más allá, pero admiro a la gente con esa determinación.

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