Todos queremos ser hijos de Walter White

Si por el día del padre te regalan un juego de Quimicefa, en vez de una corbata o una colonia, significa que tu hijo/a te está queriendo decir algo. Concretamente, que le gustaría que te parecieras más a Walter White, el anti héroe protagonista de Breaking Bad, honrado profesor de química convertido en narcotraficante para sacar adelante a su familia.

Así al menos lo revela una encuesta realizada por el portal LetsBonus sobre las personajes de la pequeña pantalla que despiertan más amores filiales. El 25% ven al rey de la metanfetamina de Alburquerque como a un entrañable padre de familia que, oiga, delincuente sí que será, pero lo es por una buena causa. Tampoco es tan extraño: en tiempos de crisis, las simpatías por los personajes audiovisuales que encarnan lo que en EE UU se clasifica como desperados (gente que va en contra de la ley cuando la ley va en contra de la sociedad) ha sido recurrente. La pasión que sentían los estadounidenses de la Gran Depresión por Dillinger (reflejada en los filmes de James Cagney), los del hippismo por Bonnie & Clyde (Arthur Penn, 1967), los del reaganismo por Tony Montana (El precio del poder, 1983), tenía, necesariamente, que reflejarse en esta época precaria que nos ha tocado vivir. De la misma manera que en nuestro patillero bandolero Curro Jiménez cristalizó toda la iconografía de izquierdas sumergida durante la dictadura, Walter White es un luchador contra la injusticia: la que le impide tratarse de su cáncer por el salvaje sistema sanitario, o tener una ayuda a la dependencia por la parálisis cerebral de su hijo. Y frente a eso se rebela, claro, y despliega una capa de protección familiar que encandila a los niños de la casa. Algo más extrañas son las siguientes elecciones de la lista a “papá (televisivo) del año”.

- El tío Phil de El príncipe de Bel Air

Con un 23,8% de los votos. El tristemente desaparecido James Avery, con su físico descomunal era un potentado gruñón, pero con una paciencia infinita ante la debilidad mental de sus muy pijos hijos. Suponemos que en la elección de los encuestados habrá pesado, además de la mansión de Bel Air, esa bañera en la que “podría bañarse Barry White”.

- Homer de Los Simpson

Con un 14,4% de los votos. Con esas reposiciones a la hora de la comida y unos horarios laborales cada vez más incompatibles con la conciliación trabajo y familia, muchos niños ven más a Homer que a su propio padre, así que no es de extrañar que se hayan establecido unos vínculos sentimentales tan poderosos. Lo cierto es que Homer, con sus tres pelos de tonto, es un completo desastre pero ¡mosquis! no hace falta cumplir la mayoría de edad para saber que eres más listo que él.

- Ned Stark, de Juego de tronos

Con un 13,8% de los votos. ¿Para qué hacer esa cosa tan cruenta de matar al padre cuando el trabajo sucio lo puede hacer un Lannister? O eso han debido pensar los que han elegido esta opción. Con cinco hijos y un bastardo, Ned era padre de familia numerosa y, dentro de lo que cabe, lo llevaba bastante bien… Hasta que el repelente niño Joffrey le fastidió su “hogar dulce hogar” de Invernalia.

- Phil Dunphy, de Modern Family

Con un 12,4% de los votos. El hombre que siempre decía sí: Phil tiene poca (o nula) capacidad para negarle nada a sus hijos, muy especialmente si de cacharritos tecnológicos se trata. Vale que a veces se pone pesado con el asunto de hacer cosas en familia, pero a buen seguro es la elección de los geeks de la casa.

- Rick Grimes, de The Walking Dead

Con un 10,5 de los votos. Es soso y pelín aburrido, con esos humos de súper héroe que se da, pero tiene madera de líder: el hombre ideal si de ser el presidente de la Asociación de Padres de Alumnos Amenazados por los Zombies se tratara. Como Mr. White, un tipo dispuesto a todo con tal de salvar a su familia.

El gran ausente: ¿Será posible que los votantes de esta encuesta se hayan olvidado del tigre de San Genaro? ¿O es que acaso su infidelidad a Merche ha hecho mella en su prestigio? Pues sí, lo más sorprendente de la lista de LetsBonus es que en ella no aparece Antonio Alcántara, el empresario de la imprenta-construcción-vitivinícola de Cuéntame cómo pasó. A ver si aprovechando que vienen los 80, y vista la popularidad del protagonista de Breaking Bad, a los guionistas se les ocurre recuperar posiciones poniéndole a vender papelinas en el Pozo del Tío Raimundo.