Tánger, el norte del Sur

"Tánger es más Nueva York que Nueva York”, escribió con cierto espíritu de provocación Paul Bowles. Desde la plaza Mechoir, España parece estar al alcance de la mano, mientras, alrededor, vidas, culturas y deseos procedentes de todo el mundo se encuentran y se enfrentan cada día como si fuera la primera vez. Estamos en la Medina, en el encanto inmortal de un laberinto de calles y callejuelas que se deslizan y se sacuden dibujando la mitad de una cebolla. Basta con bajar hacia la Rue de la Kasbah para respirar toda su belleza, tan serena y a la vez tan inquieta.

El futuro está representado por proyectos, ventanas y escaparates que se siguen renovando y lideran la enésima recuperación. La Cinémathèque fundada por Yto Barrada no solo es la primera cineteca del Magreb sino que arrastra eventos, conciertos y encuentros de todo tipo. Un poco más al este, el concept store Las Chicas, con obras de diseño y prendas realizadas por los jóvenes creadores marroquíes más talentosos. Una pausa en el Chhiwat Darna para degustar un dulce de almendras y un té preparado por unas jóvenes aprendices de pastelería, que algún día serán maestras y llevarán su arte a otro lugar. Y luego, de nuevo en medio de la vida, en el mercadillo de pulgas de Casa Barata, donde cualquier sugestión puede transformarse en un objeto que ni siquiera estabas buscando, pero que ya te parece imprescindible. Tánger, no hay que olvidarlo, también es mar. Así que aquí estamos, en un taxi, rumbo a la playa de Sidi Kassem. Queremos hundir los pies en la arena antes de llegar a la estupenda terraza del Océan para abandonarnos a un aperitivo ante la puesta del sol, tan cerca y, sin embargo, tan lejos del caos ciudadano. Frente a nosotros, Europa, detrás y alrededor, África. Sentirse en el centro del mundo, deseando alcanzar cualquier horizonte, es el único sueño posible. Esta es Tánger.

A continuación, una propuestas de establecimientos que visitar en la capital del Mediterráneo:

1. Villa Josephine (Sidi Mesmoudi, 231): Un cinco estrellas a las afueras de Tánger, construido para el relax de sus huéspedes. Con spa y biblioteca, las habitaciones brindan azules vistas al mar. En las antípodas del minimalismo.

2. La Fabrique (Rue d'Angleterre, 14): Romántico restaurante que fusiona cocina francesa con decoración de estilo neoyorquino. En la planta de arriba está el comedor; abajo, un espacio para el aperitivo.

3. Tangier American Legation (Rue d'Amerique, 8): En el corazón de la medina se halla este histórico edificio, que fue nada menos que la primera propiedad que el gobierno estadounidense adquirió fuera de sus fronteras. Hoy es un museo que alberga obras de Marguerite McBey y cuenta con un ala dedicada al escritor Paul Bowles. También es biblioteca y centro de estudios diplomáticos.

4. La maison Tangier (Rue Al Mabarra, 9): Ocho habitaciones de cuidado diseño en esta céntrica casa con aspecto de palacete. Posee un jardín de 600 metros cuadrados, piscina y vistas al estrecho.

5. Les Insolites (Khalid Ibn Oualid, 28): Librería, galería fotográfica o salón de té. Les Insolites es uno de los emplazamientos más serenos de la ciudad, donde encontrar las últimas novedades bibliográficas o aquella edición antigua que se lleva tiempo buscando. Sus obras son, mayormente, en lengua francesa.

6. Parfumerie Madini (Sebou, 14): La familia Madini (casi dos décadas destilando aceites esenciales) regenta este sitio emblemático de la ciudad, al que el flujo intenso de turistas no resta ni un ápice de encanto. Los perfumes se venden como si fueran pócimas mágicas. De rosa, canela y menta.

7. Art et Gourmet (Plaza del Gran Socco, s/n): Es, sin duda, una de las mejores terrazas de toda África. Situada en el ático de un edificio de tres plantas en plena Plaza del Gran Socco, este restaurante regentado por una flota de expatriados llegada de la localidad gala de Aviñón ofrece una suculenta mezcla de cocina francesa y árabe.