Arbitrajes arbitrarios

Somos cuatro hermanos que después del fallecimiento primero de mi madre y después de mi padre, recibimos en herencia las participaciones preferentes que habían suscrito mis padres sin conocimiento alguno del riesgo del producto que estaban contratando y sin conocimientos especiales de productos financieros. Decidimos someternos al arbitraje en junio de 2013. En diciembre una hermana recibe respuesta positiva de la resolución y yo una negativa, siendo valorados ambos expedientes por la misma consultora. Los cuatro hermanos aportamos la misma documentación, y alegamos los mismos argumentos. ¿Cabe sinsentido mayor, añadido a la infamia de ser robados impunemente?

Por otra parte, la respuesta recibida de la resolución me llegó a través de una llamada telefónica de un empleado de la entidad bancaria, quien me avisó de que recibiría respuesta oficial de la consultora, cosa que no ha sucedido.

En definitiva, un proceso opaco, injusto, inhumano, y que nos deja a miles de ciudadanos en la más absoluta indigencia jurídica.— María Luisa de la Oliva.