De los gestos a las palabras

El informe que la ONU ha presentado estos días sobre los casos de pederastia en la Iglesia católica es demoledor. Nada que, por otro lado, no supiéramos. Aunque soy católico no practicante, reconozco mi simpatía por el actual papa Francisco, pero creo que es hora de pasar de los gestos a los hechos. Sería bueno que la Iglesia católica con el papa Francisco a la cabeza empezara a depurar responsabilidades dentro del Vaticano y poner a disposición de la justicia a los sacerdotes involucrados en casos de pederastia, que se cuentan por miles. La Iglesia, hasta ahora, no ha ayudado a esclarecer los abusos que se han cometido por parte de sacerdotes, obispos o cardenales. Lejos de aclararlos los ha silenciado y ocultado.

El papa Francisco ha tenido gestos muy elocuentes para acercar la Iglesia a los más pobres. Desde su cambio de residencia a la renuncia a llevar el anillo de oro. Su discurso moderno, pegado a la realidad, en asuntos como el matrimonio homosexual, el celibato, la utilización de métodos anticonceptivos o el sacerdocio de las mujeres, contrasta con el discurso decimonónico y anclado en el pasado de papas anteriores. Desde la llegada de este Papa algo está cambiando en la Iglesia católica: ahora tiene la oportunidad de denunciar los casos de pederastia y llevar ante la justicia a los miembros de la Iglesia involucrados en ellos.— Patricio Simó.