9 fotosUna casa para los albinosLa fotoperiodista Ana Palacios retrata el día a día de los albinos de Tanzania en La ruleta rusa de Mendel , una exposición que se inaugura el 16 de enero en MadridAna PalaciosTanzania - 19 may 2015 - 12:42CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceHelena y su hija Jessica llegaron a Kabanga hace solo unas semanas. Helena tenía miedo de que hicieran daño a su bebé y dejó atrás al resto de su familia para pasar unos años aquí. Luego, si las cacerías continúan, Helena regresará a su pueblo para atender al resto de sus hijos y Jessica tendrá que quedarse en el centro. Un entorno más seguro para una niña albina.ANA PALACIOSFelista, Diana, Peres… charlan relajadas tras varias horas cosiendo uniformes escolares en su pequeño taller con doce máquinas de coser -aunque la mitad no funcionan- para venderlos en el pueblo y, así, obtener unos chelines extra. Es, prácticamente, su única fuente de ingresos junto a la venta de productos del huerto.ANA PALACIOSBethod y Biko escuchan a Celine Dion en su viejo radiocasete. Son de los mayores del centro. Los hombres suelen permanecer menos tiempo en estos refugios que las mujeres e intentan formar una familia en el exterior.ANA PALACIOSAbuswamadu juega con un bote vacio de crema de protección solar. La ONG española AIPC Pandora y la canadiense Under the Same Sun son el principal apoyo para Kabanga, proporcionando fotoprotectores, ropa, ayuda para el mantenimiento de paneles solares, etc. Pronto se construirá un pozo para atender la urgente necesidad de agua potable en esta comunidad.ANA PALACIOSZawia, con zuecos verdes, y sus amigas, terminan las clases a las cinco de la tarde y vuelven rápidamente a Kabanga donde se sienten mas seguras para jugar antes de que una cocinera del gobierno sirva la cena para todos en el comedor comunal a las seis en punto.ANA PALACIOSLusia Josamu, con problemas de nistagmo y de baja visión inherentes a la condición genética del albinismo, intenta enhebrar cuentas de colores en hilo de pescar. Quería hacerse una pulserita. Tardó varias horas pero, por fin, lo consiguió. La enorme fuerza de voluntad de estos niños por ser como los demás rompe muchas barreras y los hace grandes luchadores.ANA PALACIOSAl caer el sol en Kabanga comienza la hora del baño. Es el momento del día más seguro en el que pueden desnudar a sus niños albinos sin miedo a que el sol abrase su piel.ANA PALACIOSBestida, con su pequeño Ezekiel, está en Kabanga por Angela, su hija albina. Las madres se hacen cargo de sus hijos y también son “guardianas” de otros niños albinos que han sido abandonados en el centro de manera que todos reciban algo de atención.ANA PALACIOSAisha Adam, es una de las afortunadas dentro de Kabanga porque vive con su madre y sus tres hermanos. Es uno de los pocos casos dentro del centro en los que existe cierta agrupación familiar. La ruleta rusa de Mendel. Albinos en Tanzania. Alliance Française de Madrid. Cuesta Santo Domingo, 13. Del 16 de enero al 27 de febreroANA PALACIOS