Mi amigo Kenneth
El pasado día 5 en el suplemento Domingo leí en su periódico La huida más dramática.Soy cura y he convivido con Kenneth Iloabuchi cinco años de formación y uno de servicio pastoral, por lo que puedo constatar la riqueza de compartir con él toda una realidad de superación.
Kenneth apenas conocía el idioma cuando nos conocimos, hablábamos en inglés y compartía con nosotros la necesidad de ayuda de gente que, como él, busca un futuro mejor y sufre por conseguirlo. Hoy es un compañero extraordinario haciendo todo lo posible por ayudar a los demás. Él muestra la importancia de no encerrarnos como iglesia a los de dentro, sino salir al encuentro de quien sufre y darle todo el apoyo para su promoción, cómo debemos salir de nuestra burguesía y dar la vida por los pobres.
Quiero dar mi más sincero agradecimiento a su periódico por mostrar su historia y compartirla con quien muchas veces desconoce la dureza de la inmigración y la crueldad que sufren los que buscan mejorar sus vidas.— Pablo Jareño López-Cuervo.
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