‘Cortao’ para todos
Estaba yo buzoneando mi postura sobre el desafío soberanista, cuando vienen Mas y los Kamikazes y ponen el punto sobre la i de Independencia.
Aquí donde me ves, con este careto de falsa, estoy más mosca que Michelle Obama en la canonización de San Nelson Mandela. ¿Pues no va su marido, a la sazón emperador del globo y un afroamericano de escándalo, y se retrata con Helle Thorning-Schmidt, a la sazón primera ministra danesa y una escandinava de caerte de espaldas, delante de todas las cámaras del planeta? Qué escandalazo. Ahora dice el fotógrafo que no hubo más que colegueo entre homólogos y que hemos picado todos, pero con el morro que puso la de Chicago se podría recauchutar la jeta Carmen de Mairena al menos seis meses: qué derroche de colágeno, hija mía. Pues bien, a riesgo de que me aspen, sospecho que la picada era ella.
Ni machismo trasnochado, ni celos de hembra herida, ni estereotipos de género. Para mí que lo que hubo ahí fue una micción del territorio que ni lo de Picardo con los bloques de pinchos. Y yo te entiendo, Micaela. Si tú vas con tu pareja a un evento histórico, sea una comunión o un funeral de Estado, es para hacer que sois felicísimos, como los Reyes, y no para que tu legítimo/a te arrincone por el/la primero/a que pase. Ahora, también te digo: porque los dos catetos y la hipotenusa de ese presunto triángulo estáis que derretís el asfalto, porque si fueran Desmond Tutu y Catherine Ashton haciéndose carantoñas, esas fotos no salen ni en la hoja parroquial de Soweto.
Por eso decía que estoy que ladro antes de irme por los cerros de Johannesburgo. A estas alturas, no he recibido ni una triste llamada de un digital de cuarta. Debo de ser la única líder de opinión de masas a la que no le han preguntado si se debe reformar el título VIII de la Carta Magna en su 35º aniversario. Y, francamente, con mi hoja de servicios a la democracia, después de lo que he luchado por la igualdad de oportunidades en las grandes superficies, encuentro imperdonable el ninguneo. Claro, como paso de la delgada línea rosa, me tienen por la frívola de turno. Y yo no te digo que sea una intelectual orgánica, como Rosa Benito, ex que no es de Amador Mohedano, el epítome del nuevo orgullo cornúpeta con su teoría sobre la dinámica de fluidos propios y ajenos en el matrimonio posmoderno. Pero una, en según qué coyunturas, tiene argumentario propio, no como Floriano, que lo sacas de su sota, su poni y su Rajoy, y se mete en unos jardines que aún lo están buscando.
Total, que ya estaba yo buzoneando un comunicado con mi postura sobre el desafío soberanista por mi urba, cuando vienen Mas y los Kamikazes y ponen unilateralmente fecha al referéndum y el punto sobre la i de Independencia. ¿Tú crees que se puede dinamitar así las agendas de las personas humanas? Mira, estoy tan aburridita que, sobre lo del café para todos, al final voy a estar con Paco, el chulo del camarero de mi curro. El café o es solo, o con leche o cortao en diverso grado, y lo demás son ganas de empreñar desde por la mañana, a ver si nos ponemos de acuerdo, señores, que hablando se entiende la peña y no estamos a lo que estamos. Ahora, con el café de mi Paco se obra que ni la purga de Cristóbal en la Agencia Tributaria. Así que ahí te quedas, que tengo una reunión urgentísima.
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