Helle Thorning-Schmidt: “Los líderes también se divierten”
La primera ministra danesa sale al paso de la polémica por su foto con Obama y Cameron en el homenaje a Mandela "El ambiente acabó siendo optimista", explica, "y nos hicimos la foto"
En cualquier otro momento, la famosa autofoto protagonizada por la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, su homólogo británico, David Cameron, y el presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, reflejaría la buena sintonía entre tres líderes internacionales de la misma generación. Que el escenario elegido haya sido el estadio de Soweto, en Johannesburgo, durante el homenaje al fallecido Nelson Mandela, ha complicado las cosas. Y que la patrocinadora del posado, con su propio teléfono móvil, fuera la mandataria europea, ha forzado una explicación por parte de la primera política que encabeza un Gobierno en su país. “Los líderes también somos personas corrientes que se divierten. El ambiente acabó siendo optimista y nos hicimos la foto”, dijo ante la prensa danesa, al poco de aterrizar en Copenhague, a la vista de que la imagen amenazaba con oscurecer el recuerdo del hombre que tumbó el apartheid.
La verdad es que la cita del estadio sudafricano se alargó cuatro horas y tuvo un carácter casi festivo. También lo es que los tres han alabado a Mandela y el momento del clic fue fugaz. A esas alturas, además, ya debían de haberse dicho todo los lugares comunes al uso. Lo que ha llamado la atención en las redes sociales son dos cosas: la facilidad con que Helle Thorning-Schmidt convence a sus interlocutores de inmortalizarse a escala reducida, y la creciente ola de interés hacia su vida privada que ha desatado la foto. Sin olvidar, claro, las miradas de Michele Obama.
Hasta ahora, solo daneses y británicos sabían que la jefa del Ejecutivo, de 46 años, está casada con Stephen Kinnock, hijo de Neil Kinnock, antiguo líder de los laboristas del Reino Unido entre 1983 y 1992. Cameron, que tuvo que dar explicaciones el miércoles en el Parlamento británico, ha justificado los hechos por ese lado. “Estaba siendo amable con la familia Kinnock”, asegura, a pesar de las diferencias de estilo entre laboristas y socialdemócratas daneses. La foto ha avivado asimismo la curiosidad acerca del matrimonio.
Licenciada en Políticas, Helle conoció a su esposo en el Colegio de Europa, en la localidad belga de Brujas, y tienen dos hijas. Él, sin embargo, ha residido durante años en Davos (Suiza), mientras dirigía el Foro Económico Mundial. Un acuerdo vital que ha provocado roces con el fisco danés. Ella podía reducir los impuestos de la hipoteca de su casa en Copenhague al estar casada con un no residente. Cuando quiso ponerla a su vez a nombre del marido, admitió haber cometido “errores” contables. Mucho más cortante fue acallando los rumores sobre la presunta homosexualidad de su esposo. “Es grotesco y doloroso oír hablar así de nosotros", dijo. Su gusto por la ropa y los bolsos de marca también ha sido objeto de críticas en su país.
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