El arroz y el ‘tutifruti’

Lo que ha dicho el Tribuna Supremo Electoral (TSE) de Honduras es que el arroz ya se coció para la fórmula presidencial. (...) Juan Orlando Hernández es inalcanzable. (...) Los gobiernos del área centroamericana han reconocido lo obvio, incluido aquí el comandante Ortega, que fue uno de los primeros en comunicarse telefónicamente con el ganador de los comicios.

El pronunciamiento del bloque regional es importante, ya que facilita lo que pudieran decir otros gobiernos latinoamericanos. En cuanto el TSE rinda su informe del escrutinio final, los demás reconocimientos caerán como lluvia procelosa. Varios de los candidatos perdedores ya felicitaron al contrincante ganador, así que el acto público no es más que un formalismo. (...)

La avalancha de observadores internacionales que estuvo aquí rindió sus informes preliminares, satisfechos por la fiesta cívica, asombrados de la concurrencia masiva de los hondureños a las urnas, aliviados de que no hubo violencia. Hay que admitir que este fue uno de los procesos más vigilados, y qué bueno que así haya sido, ya que después de aquel zafarrancho político que destartaló las instituciones jurídicas, dejando la imagen democrática del país bastante erosionada, esto ayuda mucho a revertir esa fea impresión.

(...) En cuanto a la distribución en el Congreso Nacional, lo que se sabe hasta ahora es que será un “tutifruti” de sabores. Un hervidero político no tan fácil de controlar. En mucho dependerá de las alianzas que se concreten. Aunque es beneficioso que así sea, ya que los frenos y contrapesos que ejercen los poderes del Estado evitan los excesos del otro.

Tegucigalpa, 29 de noviembre