Partidos políticos

Los partidos políticos vienen siendo en su formulación clásica organizaciones que actúan como instancias intermedias de representación y participación política entre la sociedad civil y el Estado, siendo actores indispensables en el juego democrático. Sin embargo, la erosión que padece la clase política, y como consecuencia los partidos, radica en que la sociedad ya no percibe que cumplan las funciones que la Constitución les encomienda ni sus dos cometidos principales: la de representar a sus electorados, y la de fomentar la participación de sus bases, cada vez más desconectadas de sus órganos de dirección. Que haya personas que no han trabajado nunca fuera de la política y que se perpetúen viviendo a costa de los partidos, bien ocupando cargos orgánicos en ellos o bien desempeñando cargos públicos en puestos a los que se accede a propuesta de los propios partidos, es una denuncia cada vez más extendida entre la sociedad.

Como elementos indispensables para encauzar las demandas ciudadanas en una democracia no debemos poner en solfa la razón de ser de los partidos pues son a la democracia lo que las arterias al organismo. De no abordar el actual sistema de partidos una regeneración profunda se corre el riesgo de que su hegemonía tal y como la hemos conocido sea sustituida por movimientos alternativos —como una realidad in fieri— o, lo que es aún peor, por populismos oportunistas de nuevo cuño.— Miguel Ángel Yagüe Rollón.