Espionaje

Cierto es que obtener las comunicaciones privadas de cualquier persona es algo condenable, Estados Unidos ha tenido esa obsesión desde hace ya muchos años. El poder espiar a cualquiera porque cualquiera puede ser un terrorista, les ha servido para ir recortando libertades.

Pero mi carta no va orientada a ese hecho, mi apreciación viene de la indignación de los mandatarios europeos y la repercusión que ha tenido el que se hayan interceptado las comunicaciones de estos dirigentes. Me gustaría hacer una pregunta a los servicios de inteligencia de todos los países de Europa —o del mundo—. ¿Si tuvierais una tecnología capaz de espiar —porque lo que ha hecho Estados Unidos ha sido espiar— todas las comunicaciones de otros países, no la utilizaríais de igual forma? Porque, en mi humilde opinión, la indignación de los mandatarios es la envidia de no tener la misma capacidad de espiar a los países vecinos.— Israel Salas.