"Todo puede ser prefabricado"
Hoteles con encanto construidos con materiales industriales. Comedores prefabricados, aulas universitarias sin aspecto de barracón Pablo y Francisco Saiz iniciaron, en 2007, la búsqueda de sistemas industrializados para levantar arquitectura eco-eficiente, esto es: con bajo coste energético de construcción y mantenimiento, bajo coste medioambiental y bajo coste emocional en la parte de los propietarios. Esta es su historia. Y la de Modulab, la empresa que construye sus módulos habitables sostenibles.
Los hermanos Saiz son arquitectos. Pablo (ETSAM, 1999) da clase en la Universidad Alfonso X El Sabio y Francisco (ETSAM, 2002), en la Universidad Europea de Madrid. Decidieron montar su empresa hace cinco años, cuando se dieron cuenta de “que la realización de un proyecto de vivienda unifamiliar es muy costoso, tanto para el cliente como para el arquitecto”. Entonces pensaron que el mercado tenía un hueco para “una arquitectura prefabricada (o industrializada) con un cierto respeto por el diseño, porque lo único que había eran cabañas canadienses o similares”. Así nació su producto “para aunar industrialización, sostenibilidad y diseño”.
Hace poco han firmado un aulario para la Universidad Autónoma de Madrid y otro para Sevilla. ”Olvidemos por favor la imagen de las casetas de obra como aularios temporales”, piden. Y recientemente, han iniciado también una colaboración con la cadena de alojamientos Rusticae, el interiorista Tomas Alía y la constructora Egoin que lleva por título suite viajera.
¿Todo tipo de tipologías se puede prefabricar?Todo tipo. La vivienda es interesante pero todavía queda trabajo para abrir el mercado de verdad.
¿Qué tamaño puede tener un edificio prefabricado? No hay límites. El proyecto en marcha más grande del que tenemos constancia es una obra de Shop architects de 350 viviendas en 32 alturas en Brooklyn que será construido mediante módulos tridimensionales. Actualmente los grandes aviones comerciales y la mayor parte de los buques se fabrican con procesos de prefabricación o industrialización.
¿Por qué la prefabricación no ha triunfado en España y sí lo ha hecho en lugares con climas más complicados como Norte américa o Escandinavia? En Norteamérica o Escandinavia, así como en Japón, tienen especiales circunstancias que han hecho posible que la industrialización de la vivienda sea una realidad. Entre otras cosas un sistema constructivo basado en la carpintería frente al nuestro basado en la albañilería. En Suecia por ejemplo la vivienda industrializada supone más del 70% del total y en Japón, marcas como Toyota o Muji comercializan viviendas que se ven como una alternativa de calidad a la vivienda tradicional, siendo las viviendas industrializadas incluso un 10 % más caras.
¿Qué ventajas e inconvenientes tiene un edificio prefabricado? Para nosotros todo son ventajas. Calidad, plazos, sostenibilidad, fiabilidad de presupuesto, seguridad en obra. La mayor traba que vemos es de tipo cultural. Tenemos el cuento de los tres cerditos demasiado arraigado.
¿Existe una diferencia de coste notable? La principal diferencia está en los plazos. Lo prefabricado se consigue antes, la obra dura menos. En cuanto a costes, la vivienda industrializada en España es algo más barata que la tradicional a iguales prestaciones, pero todavía tiene recorrido de bajada. Tal y como estamos viendo cada vez hay más interés y demanda de este tipo de arquitectura, en breve habrá conseguido hacerse un hueco estable en la producción.
¿Lo prefabricado no tiene por qué ser temporal? En absoluto. Al ser un producto de respuesta rápida ha sido utilizado como solución de emergencia con lo que se ha asociado a la temporalidad, pero la temporalidad, afortunadamente, corresponde a las emergencias no a la prefabricación.
¿Exige mayor mantenimiento? Esto depende de los materiales utilizados pero no de la prefabricación.
¿Altera el papel del arquitecto a la hora de proyectar y diseñar? Como proceso singular, la industrialización tiene sus requerimientos especiales que es preciso conocer. El interés que vemos desde el punto de vista del arquitecto es el trabajar en equipos multidisciplinares con ingenieros industriales y otros técnicos. En el caso de la vivienda unifamiliar industrializada, como dijo Charles Eames, se trata de un campo a medio camino entre la arquitectura y el diseño de producto y ahí, nosotros arquitectos, tenemos mucho que aprender de otros técnicos.
FOTO: Paula Arroyo
Proyecto para Solar Decathlon
Módulos en Rivas (Madrid)
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