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El médico de Michael Jackson saldrá a la calle dos años antes de cumplir condena

Conrad Murray se beneficia del exceso de presos en las cárceles y de su "buen comportamiento Su puesta en libertad se producirá el próximo día 28

Conrad Murray, médico de Michael Jackson.
Conrad Murray, médico de Michael Jackson.CORDON

La fortuna que podía haber amasado Michael Jackson de estar vivo podría superar los 75.000 millones de euros. Pero su muerte, por homicidio involuntario, solo le ha costado al doctor Conrad Murray dos años de cárcel. Así de simple es cómo la familia Jackson ve el final de una saga que comenzó el pasado 25 de junio de 2009 con la muerte del rey del pop y que concluirá el próximo 28 de octubre con la puesta en libertad del médico que proporcionó al cantante la fatídica dosis de propofol que acabó con su vida. Murray, de 60 años, fue condenado a cuatro años de cárcel por negligencia grave, pero su buen comportamiento y los problemas que sufre el sistema penitenciario en California, con unas cárceles excesivamente llenas, han motivado su puesta en libertad dos años antes de lo previsto. Como dijo en su día la matriarca Katherine Jackson, cuatro años no le devolverán la vida a su hijo. Pero que se hayan quedado en dos la familia se lo ha tomado como un insulto. “Así que matas a Michael Jackson y sales en dos años. Esto es un asco”, declaró públicamente el hermano del cantante, Jermaine Jackson. “Lo importante ahora es hacerle saber al mundo cómo nos sentimos. Somos gente dura pero somos humanos”, añadió.

Es el segundo golpe en el mismo mes después de que un jurado en Los Ángeles rechazara la demanda que la familia Jackson presentó contra la promotora de conciertos AEG, compañía a la que acusaban de haber llevado al intérprete de Bad a su muerte. Era una demanda millonaria por la que el clan Jackson solicitaba una cifra indeterminada de dinero en concepto de daños y perjuicios por lo que el intérprete habría ganado en estos años y que se llegó a perfilar por encima de los 75.000 millones de euros. Pero como dijo tras el veredicto uno de los miembros del jurado “nadie ha salido ganando”.

En este segundo juicio quedó confirmado una vez más que Murray era un profesional competente cuando Jackson lo contrató para que lo acompañara como su médico personal durante la gira This is it. Pero como recordó el jurado Gregg Barden, competente no significa ético y Murray se vio cegado por los 112.000 euros al mes que cobraría en esta gira y que solucionarían sus problemas económicos. Tan solo tendría que satisfacer los deseos de su cliente, algo que acabó llevando a Jackson a su tumba.

A finales de mes Murray será un hombre libre, pero sus problemas están muy lejos de haberse acabado. Sus deudas siguen ahí hasta tal punto, que el clan Jackson, siempre ávido de dinero, rechazó su derecho a solicitar del médico una compensación económica por la muerte del cantante. Ni tan siquiera pidieron que el médico cubriera los gastos de un funeral que costó más de 1,3 millones de euros porque Murray no tendría con qué pagarlo. Sin oficio ni beneficio, el doctor se declaró un indigente de forma legal hace un par de años. En este mismo tiempo, Murray perdió todas sus licencias médicas, tanto en California como en Texas, Nevada o Hawái, lugares en los que en su día este cardiólogo que ya no podrá practicar la medicina tuvo oficinas.

A nivel personal, su situación sigue siendo igual de precaria. Divorciado en dos ocasiones y padre de siete hijos de seis mujeres diferentes, siempre se ha retrasado en el pago de sus ayudas de familia. Incluso a nivel físico, el estado de este hombretón ha empeorado notablemente desde su condena el 7 de noviembre de 2011. Murray cumplió en una cárcel de máxima seguridad en California para protegerle del resto de la población penitenciaria. Es algo habitual en aquellos casos en los que el recluso es una figura pública. Pero como recordó su abogada, Valerie Wass, eso también significó que su acceso a los lugares comunes, especialmente al patio de recreo, fue muy limitado, en ocasiones una vez al mes. En una queja presentada al sistema penitenciario del condado de Los Ángeles, Murray indicó que la falta de aire libre le hacía sufrir continuos dolores de cabeza y la falta de ejercicio le estaba produciendo atrofia muscular. También se quejó de que tan solo recibía una muda limpia una vez a la semana.

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