Estoy cansada
Estoy jubilada y tienen que pagarme una pensión después de una vida de trabajo, cotizando, sin bajas laborales, sin paro, sin ayudas de las instituciones. Ahora soy una “apestada”, un lastre para la sociedad. Es como si yo no hubiera contribuido a mantener la educación, la sanidad, los servicios sociales, los partidos políticos, la democracia... Soy una carga enorme, y eso que estoy bien de salud.
Estoy cansada de las verdades a medias, de las mentiras enteras, de los expertos, de las mismas caras, de la falta de objetividad, del vocabulario político absurdo, de la inmoralidad, de la bola de cristal... Estoy cansada de ser un poco más pobre cada día, de mirar el céntimo en mis gastos, del peligro que supone ponerme enferma, de preocuparme por el poco futuro que me queda, de que me mientan, de que me manipulen...— Crisanta Martínez Luengo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.