_
_
_
_
El rostro de los años sesenta, como se empeñaron en considerarla, llevaba el pelo a lo garçon en contraste con largas pestañas postizas y un maquillaje excesivo, acorde con la década, que no desentonaba con los trajes masculinos de tres piezas o los monos de apariencia extraterrestre con los que solía ser fotografiada. Eran los años del <em>swinging London</em> y del nacimiento del <em>prêt-à-porter</em>. Una época en la que el prototipo de mujer usaba vestidos de corte trapecio, compartía plataformas con sus compañeros masculinos, mantenía a raya su cortísima melena y se enfundaba pantalones campana. Un futuro sacado de la ciencia ficción inspiraba la moda de entonces, y muchos apostaron por una indumentaria unisex que emulaba a astronautas y androides.
6 fotos

Pioneras de la diferencia

Juegos de género a través de la ropa, la melena, el físico o la actitud. Todas estas mujeres tienen algo en común han vivido su vida al margen de las convenciones sociales

_
_