_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sospechosos

En el caso de Asunta, hiela la sangre pensar que fueran los padres o que uno encubriera al otro

Elvira Lindo

Ya en los cuentos tradicionales se aconsejaba a los niños que tuvieran especial cuidado con los adultos más próximos; eran los supuestamente encargados de su protección los que, aprovechándose de la cercanía, podían con más facilidad vulnerar su inocencia. El tiempo borró los lazos de sangre que había entre agresor y víctima en los relatos antiguos, pasando a convertir a los asesinos en padrastros, madrastras o en hombres del saco. ¿Quién iba a creer que una madre matara a un ser nacido de sus entrañas? Los cuentos cambiaron, no solo por corrección política, también para aliviar los terrores nocturnos del niño.

Los hechos reales conceden, por desgracia, alguna veracidad a la leyenda, dado que lo primero que hace la policía cuando se enfrenta al asesinato de un niño es investigar en su entorno cercano. La policía busca al culpable y nosotros necesitamos saber desesperadamente el porqué, darle alguna explicación a la maldad del criminal. En el caso de Asunta, hiela la sangre pensar que fueran los padres o que uno encubriera al otro. Personalmente, me resulta tan difícil de aceptar que no lo creeré hasta que se produzca una confesión o la policía presente evidencias indiscutibles. Antes de eso, casi todo me sobra.

Me sobra ese territorio de la especulación que excita la curiosidad mórbida del pueblo: esos frívolos estudios psicológicos que señalan, como dato significativo, que la madre tomara ansiolíticos. Ah, pero… ¿no los toma media España?, ¿es que media España no está apurada de dinero?, ¿no es este un país afectado por un desánimo general?, ¿es que no hay cientos de miles de padres separados?, ¿es algo patológico una madre controladora y un padre contenido?, ¿añade el hecho de la adopción un elemento oscuro al crimen? Si así se construyera el retrato robot de un presunto culpable todos seríamos asesinos en potencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_