Naranjas asturianas

Lo inesperado sucede a veces. Con frecuencia para mal, como la eliminación por la vía rápida de la candidatura española para organizar los Juegos de 2020. Entre las posibles causas, la más verosímil de las invocadas es la de la mala fama, por dopaje, especialmente en ciclismo; y entre los argumentos improvisados para intentar consolar a los desconcertados deportistas y seguidores, el más socorrido fue ayer el de quienes propusieron sustituir el objetivo de ser escenario de unos Juegos por el de conseguir muchas medallas en ellos.

Pero también hay ocasiones en las que lo inesperado llega para bien: para corregir algo que parecía definitivo o irremediable. En el mundo del deporte y precisamente en el del ciclismo acaba de producirse una de esas pequeñas buenas noticias: la salvación del Euskaltel-Euskadi, uno de los dos únicos equipos con categoría WorldTour que sobreviven (el otro es el Movistar) en España, y cuya desaparición por falta de patrocinadores había sido anunciada este verano.

El Euskaltel-Euskadi, con un presupuesto de nueve millones anuales, estaba patrocinado por las diputaciones y Gobierno Vasco, de un lado, y la empresa de telefonía que le da nombre, de otro. La retirada de las instituciones, que aportaban 3,5 millones, había hecho imposible su continuidad.

Y en esto apareció Alonso.

Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo de fórmula 1, con dinero y buenos contactos entre posibles patrocinadores, ha adquirido la licencia del equipo, garantizando su continuidad. Aficionado al ciclismo desde su infancia (su ídolo era Induráin) es amigo personal de Samuel Sánchez, asturiano como él, medalla de oro en los Juegos de Pekín y líder del equipo vasco del maillot naranja.

Desde mediados de los noventa ese color ha sido la bandera del ciclismo vasco en las etapas pirenaicas del Tour y en otras carreras, de acuerdo con el origen o lugar de formación de la mayoría de sus componentes. Pero también los hay de otros climas, incluyendo ocho extranjeros. Se supone que su sede pasará a Asturias, y se desconoce cuál será su nombre. ¿Podría ser Euskaltel-Asturias (o viceversa), que reúne los de ambas comunidades cantábricas?