A finales de 2013 cerca de 4 millones de sirios serán refugiados
Esta entrada ha sido escrita por Laura Martínez Valero, del equipo de comunicación de Intermón Oxfam. Es parte de la serie que @3500M está dedicando a las consecuencias humanitarias de la guerra de Siria.
Campo de refugiados de Za'atari, en Jordania.(C) Pablo Tosco/ Intermón Oxfam
Quizá resulte obvio decir que en toda guerra civil siempre hay dos bandos. Sin embargo, quizá no es tan evidente decir que alrededor de ellos se forma un tercer bando civil, no combatiente, pero que siempre es el más afectado por los bombardeos y la miseria derivada de la guerra. Y digo que quizá no es tan evidente porque los refugiados sirios han caído en el olvido, eclipsados por los intereses políticos y estratégicos de gigantes como Estados Unidos y Rusia.
En un conflicto armado como este, la prioridad es ayudar a la población civil. Siempre. Sin embargo, la petición de la ONU para conseguir fondos sólo ha obtenido un 39%, y la de Oxfam un 28%. Esto repercute directamente en millones de sirios que, aunque hace un par de años no se lo hubieran imaginado, se han convertido en refugiados.
Concretamente, más de 1,9 millones de personas han huido a países limítrofes como Líbano y Jordania. Y para finales de 2013 se estima que llegarán a ser 3,5 millones. Huyen de su país porque temen por su vida, porque están sometidos a la violencia más cruel, porque tienen miedo de la guerra. ¿Es justo olvidarlos?
El campo de Za’atari, en Jordania, alberga alrededor de 100.000 refugiados sirios. Para hacernos una idea, Za’atari se ha convertido en la 4ª ciudad más grande del país. Eso si se tratara de una ciudad, porque no lo es. Requiere de ayuda externa para alimentar a su población, para habilitar sistemas de suministros de agua potable, baños, ducha, para mantener condiciones de salubridad… En definitiva, para que haya unas condiciones mínimas de vida. Y para eso es para lo que se necesitan unos fondos que no llegan.
En Líbano, por el contrario, ni siquiera existen campos para refugiados sirios, que se encuentran dispersos por más de 1.200 localizaciones diferentes. Sin campos donde vivir la solución es intentar alquilar alguna vivienda. Sin embargo, los alquileres se han disparado hasta un 200%, lo que hace que las familias no puedan permitírselos. En este caso la ayuda económica va destinada precisamente a facilitar los alquileres y productos de primera necesidad. De hecho, Oxfam está transfiriendo dinero directamente a las familias para que puedan acceder a un alquiler y distribuyendo vales que la gente puede canjear por jabón, detergente y comida en tiendas locales.
Es triste ver que mientras esto sucede los medios sólo hablan de una cosa: la inminente actuación militar de Estados Unidos sobre Siria. Olvidada ya la conferencia de paz de Ginebra, cuya fecha probable era octubre, los líderes mundiales mueven fichas hacia un ataque militar.
Si pensamos en los miles de refugiados y en los 6,8 millones de sirios en situación de necesidad que aún permanecen en el país, la solución política debería ser la única solución contemplada para esta crisis. En lugar de armar a las diferentes partes o intentar intervenir a toda costa en el conflicto, los líderes mundiales deberían promover las negociaciones. Pero, claro, esto no interesa. La petición de Change.org para que la guerra civil finalice de forma pacífica ha obtenido un 50.000 de firmas. El tiempo juega en contra y ni los países ni sus ciudadanos nos damos cuenta de que esto no es una partida de ajedrez. Lo importante no son los intereses rusos o estadounidenses, sino la vida de millones de personas que lo han perdido todo.
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