Aclaración

Me gustaría comentar el artículo de opinión de Bernard-Henri Levy del 26 de agosto Grandes cementerios sobre el Nilo para aclarar, por el bien de sus lectores, algunos conceptos erróneos.

El escritor narra el desalojo de las acampadas en El Cairo de una manera que tiene más de imaginación que de realidad. Los “manifestantes pacíficos” fueron los primeros en utilizar armas de fuego contra la policía; como consecuencia, se produjo la respuesta y también la muerte de más de 50 agentes. El Ejército egipcio no participó en el desalojo y ningún helicóptero fue utilizado en la operación. De hecho, el papel del Ejército se limitó a destituir al presidente Morsi —respondiendo a la voluntad del pueblo— y a trasladar el poder inmediatamente a un Gobierno civil encabezado por el jefe del Tribunal Constitucional Supremo como presidente interino. Ahora, el Ejército no tiene ningún papel excepcional en lo que ocurre en Egipto. Y lo mencionado en el artículo refleja un mínimo seguimiento a la situación en el país.

Estos días, Egipto vive acontecimientos dolorosos, pero que no difieren mucho de las dificultades que han sufrido todos los países que pasan por similares transiciones democráticas profundas. Al mismo tiempo, la gran mayoría del pueblo egipcio y los revolucionarios del 25 de enero de 2011 apoyan con firmeza la hoja de ruta que lleva a cabo el Gobierno egipcio actualmente con el objetivo de avanzar hacia la democracia. Incluso la lucha contra cualquier intento de violar la ley.— Rasha Ali Mohamed. Consejera de Información de la Embajada de Egipto en Madrid.