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Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

La batalla universal de un dibujo animado en Pakistán

Esta entrada ha sido escrita por Natalia Quiroga.

Fotografía: Save the Children.

Pakistán recibe en estos días la llegada de la primera superheroína –sí, una superheroína mujer- de dibujos animados en la historia de la televisión del país. Maestra de escuela de día, experta en artes marciales de noche, Burka Avenger utiliza libros y lápices para enfrentarse a cualquier enemigo –un alcalde corrupto incluido- que trate de impedir la educación de las niñas en Pakistán.

Hasta ahí, todo bien. Después de que, con solo 15 años, Malala enfrentase a la mirada del mundo los terribles problemas que sufren las niñas para acceder a su educación –hay zonas en las que el índice de alfabetización de las mujeres no supera el 7%-, un personaje de dibujos animados puede ayudar a contrarrestar los continuos ataques de grupos talibanes y simpatizantes al derecho de las niñas a ir a la escuela.

La superheroína, un personaje creado por el famoso cantante pakistaní Aaron Haroon Rashid, supone además toda una revolución en lo que a sensibilización se refiere porque pretende romper con muchos estereotipos en los que, también los dibujos animados occidentales, insisten en caer. Burka Avenger combate a los fundamentalistas con libros (no con armas); se vale por sí misma y sus conocimientos marciales para vencer a los enemigos (no, al final no tiene que aparecer ese hombre que siempre remata la jugada) y está demasiado ocupada en defender el derecho a la educación de las niñas como para perder el tiempo enamorándose del primer apuesto [dibujo] animado que se pase por la serie.

La nueva serie –que representa, además, la primera producción animada creada íntegramente en Pakistán- se ha movido rauda y veloz por las redes sociales generando máxima expectación. Sin embargo, su precoz éxito no llega exento de debate. El burka o velo que cubre el cuerpo entero de la protagonista cuando sale a combatir en favor educación es observado con mucho recelo por muchas activistas en un país en el que las mujeres siguen sufriendo los terribles efectos de un profundo extremismo religioso. La periodista y activista pakistaní Marvi Sirmed explicaba a la BBC que “no está bien construir una figura de resistencia a partir de una mujer que cubre su cuerpo con una prenda fuertemente asociada con la represión hacia las mujeres”. Sirmed considera que el uso del burka por la protagonista de la serie “es una humillación para todas esas valientes mujeres de las zonas más conservadoras de Pakistán que han estado luchando por los derechos de la mujer, por la educación y la justicia, y que han dicho no a esta clase de estereotipo”.

Para su creador, Aaron Haroon, el uso del burka por la protagonista “no es un signo de opresión. Hace uso del burka para ocultar su identidad, así como otros superhéroes usan otras prendas”, explicaba, añadiendo que su vestimenta muestra además que, como cualquier otro superhéroe, Burka Avenger “también tiene una historia detrás y que sus razones para llevar burka no tienen nada que ver con la sumisión.”

El debate que plantea la nueva serie animada no es, ni mucho menos, menor. ¿Se puede combatir contra la opresión de un derecho manteniendo otro derecho oprimido?

Burka Avenger inicia sus andanzas en televisión y quién sabe si su batalla a favor de la educación de las niñas acaba convirtiéndose también en la batalla contra el uso del burka. No hay que dudar del poder de un dibujo animado con el saber y los libros de su lado.

Comentarios

Y en Occidente nuestras heroínas son pibones sensuales con ropa escasa o de látex apretado. Si no fuera porque va con vestido largo, podría pasar por una ninja, pero es que en Pakistán ya tienen un traje "típico" que oculta la identidad de las mujeres. ¿Habría que buscar un equilibrio? Seguramente sí, pero me parece más bella la historia de Burka Avenger que las de otros héroes occidentales: una mujer independiente, que durante el día viste como una mujer normal, y cuando se la necesita, se disfraza y lucha por los derechos de l@s niñ@s lanzando lápices, en vez de usar una kalashnikof. Como persona, no sabría posicionarme, y como mujer, tampoco
Desde luego, no es un debate menor, y plantea más interrogantes hacia adentro que hacia afuera, especialmente cuando esta prenda, el velo integral como lo llamamos en Occidente, es utilizado por mujeres adultas en el contexto de nuestras democracias. Entonces, despreciando la voluntariedad de quien lo lleva, le atribuimos un simbolismo que ellas mismas no les dan, y decimos defender su libertad obligándolas a quitárselo. No parece muy democrático sustituir una supuesta imposición, la de llevarlo, por otra, la de quitárselo...Sí es un problema. ¿Cómo defender la democracia y los derechos individuales sin traicionar los propios valores que la democracia proclama?http://utopiadejuancarmona.blogspot.com.es/2013/03/velos.html
Y en Occidente nuestras heroínas son pibones sensuales con ropa escasa o de látex apretado. Si no fuera porque va con vestido largo, podría pasar por una ninja, pero es que en Pakistán ya tienen un traje "típico" que oculta la identidad de las mujeres. ¿Habría que buscar un equilibrio? Seguramente sí, pero me parece más bella la historia de Burka Avenger que las de otros héroes occidentales: una mujer independiente, que durante el día viste como una mujer normal, y cuando se la necesita, se disfraza y lucha por los derechos de l@s niñ@s lanzando lápices, en vez de usar una kalashnikof. Como persona, no sabría posicionarme, y como mujer, tampoco
Desde luego, no es un debate menor, y plantea más interrogantes hacia adentro que hacia afuera, especialmente cuando esta prenda, el velo integral como lo llamamos en Occidente, es utilizado por mujeres adultas en el contexto de nuestras democracias. Entonces, despreciando la voluntariedad de quien lo lleva, le atribuimos un simbolismo que ellas mismas no les dan, y decimos defender su libertad obligándolas a quitárselo. No parece muy democrático sustituir una supuesta imposición, la de llevarlo, por otra, la de quitárselo...Sí es un problema. ¿Cómo defender la democracia y los derechos individuales sin traicionar los propios valores que la democracia proclama?http://utopiadejuancarmona.blogspot.com.es/2013/03/velos.html
Y en Occidente nuestras heroínas son pibones sensuales con ropa escasa o de látex apretado. Si no fuera porque va con vestido largo, podría pasar por una ninja, pero es que en Pakistán ya tienen un traje "típico" que oculta la identidad de las mujeres. ¿Habría que buscar un equilibrio? Seguramente sí, pero me parece más bella la historia de Burka Avenger que las de otros héroes occidentales: una mujer independiente, que durante el día viste como una mujer normal, y cuando se la necesita, se disfraza y lucha por los derechos de l@s niñ@s lanzando lápices, en vez de usar una kalashnikof. Como persona, no sabría posicionarme, y como mujer, tampoco
Desde luego, no es un debate menor, y plantea más interrogantes hacia adentro que hacia afuera, especialmente cuando esta prenda, el velo integral como lo llamamos en Occidente, es utilizado por mujeres adultas en el contexto de nuestras democracias. Entonces, despreciando la voluntariedad de quien lo lleva, le atribuimos un simbolismo que ellas mismas no les dan, y decimos defender su libertad obligándolas a quitárselo. No parece muy democrático sustituir una supuesta imposición, la de llevarlo, por otra, la de quitárselo...Sí es un problema. ¿Cómo defender la democracia y los derechos individuales sin traicionar los propios valores que la democracia proclama?http://utopiadejuancarmona.blogspot.com.es/2013/03/velos.html

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