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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Racismo contra la ministra

El vicepresidente del Senado italiano compara a la titular de la cartera de Integración, de raza negra, con un orangután

Después de haber oído hace tiempo al presidente Silvio Berlusconi referirse en tono jocoso al “bronceado” de Obama, y hace poco al eurodiputado Mario Borghezio que la nueva ministra de Integración, Cécile Kyengue, de raza negra, estaría mejor de criada que de ministra, el listón de la ignominia racista estaba ya muy alto en Italia. Pero el exministro Roberto Calderoli lo ha superado al referirse a Kyenge, nacida en la República Democrática del Congo hace 48 años y oculista de profesión, en los siguientes términos: “Me encantan los animales, los osos, los lobos, como todo el mundo sabe, pero cuando la miro me viene a la cabeza un orangután”. Lo dijo en un mitin, ante 1.500 simpatizantes de su partido, la Liga Norte, y le rieron la gracia.

No es la primera vez que Calderoli, cirujano maxilofacial, hace ostentación de mal gusto y expresa sin ningún pudor desagradables comentarios racistas o xenófobos. Tampoco es la primera vez que la ultranacionalista Liga Norte promueve para altos cargos institucionales a racistas y xenófobos conspicuos. Calderoli ocupa nada menos que la vicepresidencia del Senado y ya tuvo que dimitir como ministro del último Gobierno de Berlusconi por un incidente grave sobre las caricaturas de Mahoma.

Su historial político incluye una larga lista de incidentes por comentarios soeces e insultantes para los inmigrantes y los miembros de la comunidad islámica. Si ahora ha utilizado la figura del orangután para señalar a la ministra de Integración, en cierta ocasión utilizó la del cerdo para referirse a los musulmanes que reclamaban poder construir una mezquita.

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El revuelo que se ha creado ahora le ha obligado a pergeñar un amago de disculpa, pero con la boca pequeña y sin ningún convencimiento. Solo había querido hacer, ha dicho, “una broma simpática”, “una crítica política”, lo cual nos informa sobre qué concepto del humor tiene el senador y cómo concibe la crítica política.

Cecile Kyenge ha reaccionado con toda calma: “Siento pena al escuchar estas palabras. Debería utilizar su visibilidad para transmitir mensajes constructivos”. Lamentablemente, por lo que a la Liga Norte se refiere, apelar a la responsabilidad es como predicar en el desierto.

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