La vida de Petra

El pasado 27 de mayo, apareció la noticia de que una madre, Petra, recorre todos los días seis kilómetros con sus dos hijos. No tiene dinero ni para el comedor escolar ni para transporte público, por lo que caminan, ida y vuelta, del colegio a la Casa de Caridad más próxima.

Nos acostamos soñando que mañana seríamos California y nos despertamos siendo el poblado de Europa, y allí van día tras día Petra y sus hijos con la misma dignidad y el mismo esfuerzo que las madres y los niños africanos, buscando lo que su poblado no puede ofrecerles en interminables caminatas.

Seguro que alguno de nuestros gobernantes, simulados y diferidos, sacarán algo bueno de la situación. Caminar es sano y pronto nuestros jóvenes les disputarán las medallas de fondo a los atletas africanos. También dirán que sí, que reconocen que las cosas están mal pero que sin las medidas que vienen adoptando todo iría peor. Reconozco que es una astuta coartada, pero perdónenme si ni la creo ni me consuela. ¿De verdad a Petra le podrían haber ido peor las cosas?— Julián Lagullón Escamilla.