Una propuesta que lleva años generando una intensa polémica que, debo
confesar, he contemplado en ocasiones con una cierta perplejidad, la misma que
me asalta por cierto cuando compruebo que prácticamente en un 90% de los
procesos matrimoniales la custodia de los hijos se atribuye de manera exclusiva
a la madre. Por una parte, me cuesta entender la posición de ciertos sectores
feministas que de manera muy radical han hecho bandera de la oposición a esta
medida. Por otra, me ha resultado paradójico que determinados colectivos de
padres la reclamen insistentemente sin que previamente, me temo, se hayan
cuestionado el papel que muchos de ellos desempeñaron en la familia antes de
que se rompiera la convivencia. Y sobre todo me resulta como mínimo inquietante
que hombres que no se han caracterizado por su militancia en la igualdad usen
este principio como argumento de sus reivindicaciones.
La intensidad del debate nos
demuestra que la custodia compartida incide en el corazón mismo de la
desigualdad de género, es decir, en la esencia de un contrato social que
todavía hoy sigue estando precedido de un “contrato sexual” que establece un
orden binario y jerárquico entre lo
público y lo privado, entre lo masculino y lo femenino, entre el papel de
sustentador y el de cuidadora. Porque es precisamente en el mantenimiento de
esas estructuras patriarcales donde sigue radicando el origen de la mayor parte
de las discriminaciones que sufren las mujeres y es por tanto donde sería necesario
incidir de manera activa.
Por lo tanto, el gran reto
ligado inexorablemente a la democracia paritaria es evolucionar desde el
jerárquico contrato sexual a lo que María Pazos ha denominado “un pacto de
personas sustentadoras y cuidadoras en condiciones de igualdad”.
Ese pacto debería pues
mantenerse, siempre que sea posible, cuando se rompa la convivencia, de manera
que el padre y la madre se repartan de manera corresponsable los derechos y
obligaciones con respecto a los hijos y las hijas. Sólo así quedarían satisfechos dos
objetivos que deberíamos contemplar en
paralelo: 1º) el derecho de la madre a continuar con su vida laboral o
profesional sin que las responsabilidades familiares constituyan una limitación
y, por tanto, sin que la asunción de la custodia de manera exclusiva acabe
convertida en una trampa; 2º) el derecho del padre a mantener una relación
continuada con sus hijos así como su deber de cumplir con las responsabilidades
de cuidador. Todo ello, además, contribuiría a la superación de una concepción
biologicista del papel de cuidadora de la mujer y la aceptación progresiva de
que el “maternaje” supone un conjunto de habilidades y capacidades que también
pueden ser adquiridas y desarrolladas por el varón.
De acuerdo con estos
presupuestos, la custodia compartida es
el régimen que mejor se ajusta a un modelo de convivencia en el que el padre y
la madre comparten derechos y obligaciones. Un modelo que en la práctica, no
nos engañemos, es tremendamente complicado y mucho más en un contexto de
crisis. En todo caso, las dificultades cotidianas habrían de resolverse,
siempre que fuera posible, a través de la negociación entre iguales. Una
negociación que no podrá perder de vista el interés superior del
menor y que no podrá quedar a expensas de la satisfacción egoísta de los
intereses, en muchos casos puramente económicos, de los progenitores. De ahí también la utilidad que en muchas
ocasiones tendrán técnicas aún poco exploradas en nuestro sistema como la
mediación familiar, asumiendo en todo caso que la “biparentalidad perfecta”,
que diría el sociólogo Lluis Flaquer, es un mito y que el proceso de
socialización de nuestros hijos e hijas es más bien una permanente suma de
errores y aprendizajes
La custodia compartida debería
ser pues el modelo hacia el que debería tender nuestro Derecho de Familia en
cuanto que es el que mejor garantiza la igualdad de ambos progenitores y en
cuanto que, entre otras cuestiones, mejor puede facilitar que tanto el padre
como la madre -o los dos padres o las dos madres- puedan conciliar su vida profesional con la personal y familiar. Una concilación que permitirá satisfacer de manera más plena y satisfactoria los intereses y necesidades de los menores.
Ahora bien, ello no quiere decir que siempre sea posible o que sea en todas las
ocasiones el que mejor se ajuste a la realidad de cada familia. Parece
evidente que no cabría establecerla no sólo en los casos extremos en los que el
padre haya sido por ejemplo condenado por violencia de género sino también en
aquellas parejas en las que quede suficientemente demostrado que, durante la
vida en común, él hizo permanente dejación de sus responsabilidades de afecto y cuidado. Es decir,
en este caso la “diligencia del buen padre de familia”, entendida en los
términos de corresponsabilidad que aquí defiendo, debería convertirse en criterio
decisivo para posibilitarla.
De lo contrario, caeríamos en la gran paradoja de
que tras la separación se le reconociera al padre la capacidad para cumplir con
las obligaciones que con carácter previo no satisfizo
convenientemente. De la misma manera, también debería valorarse de qué forma
ambos progenitores favorecen o dificultan el razonable ejercicio de la corresponsabilidad
frente a los hijos.
Estamos pues ante una cuestión
terriblemente compleja y ante la que sería deseable mantener posiciones
matizadas y flexibles. No cabe duda de que a pesar de los cambios sociales
operados en las últimas décadas, y de que por lo tanto cada día es más fácil
encontrar hombres que ejercen su paternidad de manera responsable, un elevado
número de familias siguen respondiendo a los esquemas que durante siglos
prorrogaron la ausencia del padre y la entrega de la madre. Son esos esquemas
los que necesitamos hacer añicos y reconstruir desde una visión de la familia
como pacto de convivencia entre iguales. Un pacto que, por cierto, es mucho más habitual en las familias constituidas entre personas del mismo sexo. Sólo así iremos poniendo las bases
para que la custodia compartida, más allá de lo que pueda decir el legislador
o dictar un juez, se convierta en la
consecuencia lógica de un diligente y por tanto corresponsable ejercicio de la
parentalidad.
Octavio Salazar Benítez es profesor de Derecho Constitucional en la
Universidad de Córdoba y autor del libro Masculinidades
y ciudadanía. Los hombres también
tenemos género.
Fotos: dos escenas de una movilización en favor de la custodia compartida en Barcelona en 2008, por Gianluca Battista y Edu Bayer
Comentarios
¿Qué tiene que ver el papel que uno juega durante un matrimonio con el papel que va a jugar tras el matrimonio? ¿Son los hijos acaso un premio a otorgar a aquel que ha mostrado más dedicación? ¿Y a qué llamamos dedicación? ¿A cambiar unos pañales o a ganar el dinero que los paga? La ruptura matrimonial rompe con todos los acuerdos previos y plantea un nuevo comienzo, un nuevo arranque donde nada es igual y donde no se puede tomar como referencia lo anterior, salvo en el caso de maltrato A LOS MENORES. Para quien no peinó a sus hijas, ha llegado el momento de aprender. Para quien no trabajó, ha llegado el momento de hacerlo. Así de simple. Con este planteamiento se resuelven todas esas paradojas e inquietudes de quien insiste en poner más barreras a la custodia compartida como opción preferente. ¿O es que arrebataríamos los hijos, por ejemplo, a un hombre que nunca cuidó de ellos en caso de quedarse viudo? No. Se le da la oportunidad de aprender y de comenzar de nuevo. Salvo estas puntualizaciones, por lo demás, excelente artículo.
En efecto, excelente artículo, que dice lo que yo llevo opinando desde hace años, que la custodia compartida es feminista porque no carga en exclusiva a a la madre con el cuidado de los hijos. Además, es lo justo, los niños tienen dos padres, que deben contribuir POR IGUAL a su cuidado y manutención.De todas formas, ya que dice que no lo sabe, le aclaro el motivo por el que las asociaciones que dicen ser feministas están en contra y por el que algunos malos padres están a favor: EL DINERO. Con la custodia compartida se acaba con una pensión alimenticia en muchas ocasiones inflada que en el caso de muchas es un negocio y en el caso de muchos es una sangría que no les permite sobrevivir.
De acuerdo con el comentario anterior. Y a mí me chirría muchísimo la frase "me ha resultado paradójico que determinados colectivos de padres la reclamen insistentemente sin que previamente, me temo, se hayan cuestionado el papel que muchos de ellos desempeñaron en la familia antes de que se rompiera la convivencia". Oiga, don Octavio ¿y usted qué sabe de lo que curran en casa y con los hijos muchísimos padres, antes y después de eventuales rupturas? Habla de superar esquemas y el primero que sigue apegado al rol de "sustentador" opuesto a "cuidadora" es usted.
@gianna: La necesidad de seguridad en la mujer es enorme. Es evidente que el dinero da mucha seguridad, pero también existe un fuerte componente emocional. A este respecto, rescaté de un foro la honesta confesión de una madre que se había opuesto a la CC. Lo explicaba en estos términos: "afirmo categoricamente que la mayoria de las madres no desean la custodia compartida. Las razones para no quererla son simples:
(Sin entrar en las economicas)
1.- La mayoria de las madres tenemos dependencia emocional para con ellos,no sé por qué, pero es así. Creemos y estamos convencidas y yo tambien como mujer que soy, estoy convencida de que la mayoria empatizamos más con los hijos, los conocemos más y sabemos que es lo que necesitan más.
2.-Y como consecuencia de lo anterior, creemos que todo lo que hacemos es por el bien de ellos, y que los demás, sean padres, abuelos, tios o la vecina del quinto estan equivocados referente a la educación y las pautas que nosotras consideramos que son lo mejor para nuestros hijos.Esto es así, y la prueba la tenemos en lo que nos molesta a las mamas que alguien sea la suegra o la vecina, nos hagan alguna vez alguna observación de como cuidamos a nuestros hijos.
Por lo que la mayoria de las veces apartamos al padre en los menesteres de educación (No es que no queramos que vaya al pediatra, o hablar con las profesoras) lo que no queremos es que él nos diga que hay que obligar al niño a dormir solo, cuando hemos decidido que duerma con nosotros, o que le castiguemos o no según lo que nosotras hemos decidido que merece o no castigo....
3.-Y tambien como consecuencia de la anterior, es que el no poder controlar la vida del niño nos causa malestar, el no saber si el niño tiene frio o si come bien, o que ha comido, o si llora y no estamos cerca como se sentira el niño, esto nos saca de nuestras casillas.
4.-Y por último no damos la CC porque no nos podemos imaginar como va a ser nuestra vida sin ver a nuestro hijo ,cada día.
Esto es así de simple y todo lo demás son argumentos tontos.
El padre normalmente, aunque sea él quien lleve a los niños al colegio, quien les de de cenar, quien los bañe... nunca le dejaremos que sea padre al 100x100, ni antes, ni durante ni despues de la separación, ya que todo lo que implique la vida del niño, para nuestra tranquilidad debemos controlarla nosotras y supervisarla...
Los grupos feministas que saben esto, creen y yo tambien, que las mujeres si se aprueba la CC, iremos hacia atras ya que muchas decidirán no separarse, por lo que se han inventado todas las excusas posibles para que esto no cambie, no dandose cuenta de que lo que hay que hacer es abrir los ojos, delegar más y considerar al hombre, un ser con sentimientos que quiere a sus hijos y que sabe cuidarlos igual que nosotras, aunque sea de manera diferente, mientras esto no seamos capaces de hacerlo, las mujeres no avanzaremos realmente."
Buen artículo. Algo alejado de la realidad de la mayoria de los divorcios que entran por turno de oficio, pero bien intencionado y con bastante trabajo de investigación. Eso si, con algunas lagunas como la de los niños muy pequeños que, normalmente, repito normalmente, prefieren más contacto con la madre aunque solo sea porque la han visto más. Olvida, también, el evidente peso de los abuelos en el cuidado de los menores. No digo su derecho a visitas sino que son, en la mayor parte de los casos, los que ayudan al cuidado de los hijos en temas como llevarlos y recogerlos del colegio cuando los padres trabajan. Una estadística seria de esto haría falta. Yo, en mi modesta opinión, soy más partidario de, en el 80% de los casos, más o menos, custodias de la madre con regímenes de visitas muy amplios y flexibles para el padre, antes que el puro 50% para uno y 50% para el otro. He visto en demasiadas ocasiones buscar solo la custodia compartida para evitar el pago de pensiones. ¿Qué quereis? Lo he visto. Lo siento, pero lo he visto mucho. Si me tengo que disculpar me disculpo, pero son muchos años viendolo, sobretodo en divorcios que, de haber tenido la pareja más medios económicos igual no se habrían producido. Que también ese sería un tema para hablar, la influencia de la falta de dinero en las crisis matrimoniales...pero, bueno, ya está dicho.
http://nelygarcia.wordpress.com. La custodia compartida sería lo mejor para los hijos, pero exige condiciones: el que ambos padres prioricen el bienestar de sus hijos y olviden sus desavenencias, que la violencia esté erradicada y predomine el amor hacia los menores, entre otros motivos. Eso creo que los jueces deben de ser capaces de detectarlo. Existen casos deplorables, en que los niños son utilizados, por uno de los padres para vengarse del otro.
Yo tengo una custodia compartida hace seis años, cuando no estaba "de moda". La acepté porque creía en la igualdad, porque quería que él siguiera implicándose, porque era un buen padre... hoy pienso que ha sido el peor error de mi vida (él pidió en el juicio la custodia para él y el juez me la quería dar a mí). Está siendo una "cadena perpetua". Mi hija tiene dos vidas paralelas, y tomar una decisión sobre ella se convierte en una tortura. Tal vez sea una solución marav illosa para algunos casos pero NO para todos. Imponerla traerá mayores problemas que beneficios. Teorizar está bien, pero yo animo a que no experimenten con la gente.
La custodia compartida como norma preferente permite que en una separación hombre y mujer partan desde el mismo sitio, y tengan las mismas posibilidades de cuidar y mantener a sus hijos. Las posibilidades son infinitas, madres que no quieren o no pueden cuidar de sus hijos, madres que no quieren o no pueden aportar economicamente, padres que quieren cuidar de sus hijos, padres que quieren solo aportar economicamente al cuidado de sus hijos. Cada uno ttendra sus motivos y sus preferencias para encarar la educacion el cuidado de sus hijos. La custodia compartida permite que ambos progenitores tengan las mismas opciones para hacerse cargo de ellos y que a ningun de los dos se le excluya directamente por el simple hecho de ser hombre o mujer. Custodia compartida Partimos del mismo punto , donde llegaremos depende de cada caso y el juez debera balancear en un sentido u otro segun las circunstancias.Hay padres que sienten ese instinto de la paternidad como muchas madres de las que se han comentando. Con que derecho se le priva a una madre de su hijo?Con que derecho se le priva a un padre de su hijo?Custodia compartida para todos por favor.Twtter: @MariaDedoRoto
A belén:No se trata de imponerla, se trata de que exista como opción. Cada familia y cada caso es un mundo, y siempre será difícil tomar una decisión. Lo que se "impone" hoy en día es la custodia exclusiva para la mujer. Si queremos igualdad de género, hay que luchar en todos los frentes.Firmado: uno que vivió años en Suecia, donde la igualdad es muchísimo mayor, sin llegar a ser perfecta.
@Belen" Mi hija tiene dos vidas paralelas, y tomar una decisión sobre ella se convierte en una tortura. " Obviamente la vida es mas sencilla cuando haces tu voluntad sin cortapisas que cuando tienes que negociarlas, argumentarlas y convencer. Sin embargo es lo mas justo
Es que a veces no hay opción a hablar nada: cuando la contraparte no te habla hace seis años, lo hace todo a través de la niña y toma las decisiones la semana que está con ella diciendote que como "es su semana" tú no decides. Desde fuera es tannnnnnn bonito.
Totalmente de acuerdo contigo, Crudo.
En cuanto al asunto en cuestión a todo el mundo se le llena la boca con el asunto de la igualdad, pero al final cada uno quiere "su" igualdad. Conozco feministas muy activas en la defensa de los derechos e igualdad de oportunidades de la mujer que, llegado el momento de la separación, se convierten en firmes defensoras de su "excepcionalidad biológica y/o cultural" para quedarse con todo (niños, rentas, bienes,...). Pertenezco a una generación nacida en los 60 que vivió en su adolescencia la transición y la llegada de la democracia, e hicimos nuestras todas esas reivindicaciones de igualdad. Con todo el convencimiento del mundo. He tenido jefas como lo más natural del mundo (que lo es), he cambiado tantos o más pañales que mi ex, he peinado, despiojado, cocinado, alimentado, educado y cuidado de mis hijos en igualdad de condiciones. Lo he tomado como una responsabilidad natural y lo he disfrutado. Hasta que llegó mi separación y ante la jueza me hicieron sentir como el sospechoso número 1 sólo por tener testículos. Por supuesto no conseguí la compartida y encima he quedado en una situación económica difícil e injusta por desequilibrada. No importaron ni hechos ni pruebas. Por primera vez sentí lo que debían sentir los negros en Alabama hace un siglo; ellos por ser negros, yo por tener testículos. En estos casos, salvo común acuerdo en sentido contrario, la regla general debería ser reparto al 50% (y hablo de todo: niños, rentas comunes, patrimonio, etc.), y luego se analizan excepcionalidades (maltratos, desequilibrios económicos, etc.) que pudieran alterar esa regla. Desgraciadamente a la mayoría de las mujeres con las que trato (en el trabajo, amigas, etc.) veo que les brota un sarpullido cuando hablo de igualdad también en esto. Por ello, una última cosa: igual que no terminaré de creerme a esos musulmanes que dicen que el islam no es violento mientras no los vea manifestarse a mi lado cuando un energúmeno correligionario suyo se lleva por delante a un montón de inocentes, no voy a terminar de creerme a todas esas defensoras de la igualdad mientras no las vea manifestarse a favor de la misma incluso cuando pueda suponer un recorte de las desiguales ventajas que tienen por ser mujeres.
A Hugo... el problema es que ni la administración, ni los colegios, ni el sistema... Nada está preparado para hacer luego un seguimiento. Los jueces y el equipo psicosocial toman la decisión y luego se desentienden. Yo pregunté una vez y me dijeron: ya tomamos la decisión, ahora arregle usted su vida. Sí, señor.... muy igualitario. Sobre todo, si consideras que una de sus argumentaciones en el juicio fue que "leía mucho y eso hacía que no tenía tiempo para cuidarla". Claro, el problema, que las condiciones cambian y entonces, cuando llevas viendo seis años como va el tema, te dicen que te vayas otra vez a juicio. La niña tiene ropa doble, doble cumpleaños, doble juguetes... La igualdad, en la teoría....
La verdad es que si el papel de la mujer ha cambido en nuestra sociedad, y es obvio que debe seguir cambiando, el papel del hombre tambièn. No se puede generalizar pero cada vez hay más casos en donde son los hombres los que confiesan que fueron ellos los que quisieron tener los hijos y que no entienden como tras la separación, no se les permite custodiarlos a partes iguales. Muchos de esos hombres son los que cuidaron desde el nacimiento y ven ahora, entrando en la adolescencia, como se les ha privado de su derecho fundamental de crianza. Perdonen, pero parte de la sociedad ha cambiado y hay que tenerla en cuenta. Efectivamente, no se puede generalizar... pero tampoco caben análisis teóricos enmarcados en contextos que ajenos en gran parte a la realidad actual.
Belén, ya sabemos que es difícil la compartida en tu situación, pero explícanos: ¿cuál es tu propuesta? No la veo por ningún sitio. ¿Que se os conceda a las mujeres por defecto como hasta ahora? ¿que para evitar problemas se nos aparte a los padres de un manotazo? ¿que para evitar tu "cadena perpetua" se nos someta a todos nosotros a la cadena perpetua del alejamiento forzoso? Y en tu caso concreto: ¿cómo no te gusta su dictadura en su semana quieres tu dictadura en todas las semanas?
Pep, yo sólo digo que no se puede imponer una custodia compartida. Si tiene que ser con el padre, que sea con él... pero si se acepta la misma, la administración debe tener mecanismos para cuando no existe posibilidad de acuerdos o no existe buen entendimiento o simplemente uno de los dos hace algo con lo que el otro no esté de acuerdo, se pueda llegar a un punto en común. Eso, ahora, no existe. Todo se deja a volver a juicio o a un mediador (que sólo se puede hacer si la otra parte quiere). Yo propuse la compartida, lo hice yo, porque tenía un montón de amigos que lo estaban pasando fatal por no ver a sus hijos/as.... pero en este caso él (que aquí parece que las mujeres somos todas unas brujas manipuladoras) utilizó esa decisión del juez para amparar todo lo que ha querido hacer desde entonces. No se puede "compartir" cuando no se sabe lo que significa esa palabra... y eso muchos y muchas no lo saben. Yo me siento un conejillo de indias
@Belén: Naturalmente que se puede imponer una custodia compartida. Del mismo modo que se lleva toda la vida imponiendo custodia materna. Lo que los jueces tienen que hacer es EXIGIR MADUREZ a los padres y hacer pagar de algún modo a aquel que no está dispuesto a negociar o a aquel que es más conflictivo. Cuando trabajas en equipo, no siempre te llevas bien con un compañero. Sin embargo, tu profesionalidad hace que dejes de lado tus desavenencias para sacar adelante un proyecto, porque de ello depende tu salario y tu futuro. Pues para esto, lo mismo. Yo he pasado primero por custodia materna y ahora tengo la compartida. La madre, cabreada como un mono porque lo que antes decidía de forma unilateral pasándose por el forro mi opinión, ahora tiene que negociarlo. Lo que implica que, a veces, se ve obligada a ceder, algo que, parece ser, va contra todos sus principios. No concibe que ella tenga que ceder en lo respectivo a los hijos del modo que yo he estado cediendo durante años. Si no te gusta ni la mediación ni la vía judicial, ¿qué solución propones para cuando dos no se ponen de acuerdo? Si tu expareja hace lo que quiere, es porque tú cedes. Y ceder no siempre es bueno. Hay cosas en las que hay que plantarse y llevarlas hasta sus últimas consecuencias. Y esto vale tanto para custodias compartidas como exclusivas. Yo puedo ceder en unos gastos extraordinarios, pero jamás cedería en temas de cambios de colegio, por ejemplo.
Totalmente de acuerdo con el comentario de "crudo". En mi caso, tras mi divorcio, mi hijo, de 12 años, decidió quedarse conmigo, lo que respetó el Juez, y mi hija, de 16, decidió quedarse con su madre. Esa fórmula, no muy común en los divorcios, ha funcionado perfectamente durante dos años. Los padres también podemos cuidar de nuestros hijos como lo hacen las madres, y lo podemos compatibilizar con nuestros trabajos, ¿y por qué no?.
Crudo, la mediación es perfecta, pero es voluntaria. Él nunca la ha aceptado.... por tanto, ha sido imposible llevarla a la práctica. Ceder, he cedido tantas veces.... pero él no lo ha hecho nunca. Por ejemplo, tema colegio: la niña no iba a religión, un año, él echó la matrícula y la cambio (sin preguntar, sin nada...) cuando fui al colegio me dijeron que como él había llevado los papeles, se los habían aceptado. Que lo dejara así, que era complicado volver a cambiarlo y que si la niña quería.... En caso contrario, vía judicial. DE verdad, tienen que existir mecanismos que permitan que, en determinadas ocasiones, alguien tome una decisión cuando no se llega a un acuerdo. Que no dependa de quién tenga a la niña o al niño esa semana. Yo no digo que se imponga ni a favor de la madre, ni del padre... que no es cuestión de sexo, es que hay otros muchos factores que hay que valorar.
Si me permitis, y de esto algo entiendo, la CC es un tremendo error ,nos basamos en los derechos de un padre o una madre, pero en realidad no miramos los derechos de los niños, los tomamos como objetos que pareciera que son propiedad de sus progenitores.Primero, habría que mirar quién pide su custodia( que en un elevado porcentaje son las madres) y porqué.La custodia compartida significa vivir cada quince dias en una casa ¿a vosotros os gustaría estar cambiando de casa y haciendo maletas cada quince dias?Los niños han de tener una estabilidad en todos los sentidos vivan con el progenitor que vivan, una separación desde la cordura y la sensatez, permitiría seguir educando y haciendo feliz , y a la vez disfrutando ambos de su hijo. Somos egoistas por naturaleza y a menudo luchamos sólo por hacer daño a tu expareja, y no miramos que al final el dañado es el hijo.Si hablamos de casos de abandono,o violencia de género puedo decir, que radicalmente debería estar prohibido que ese progenitor viera a sus hijos, ya que los niños son victimas directas de esa violencia. Vamos a pensar mas en los niños y menos en nosotros mismos. Cuando algo no se puede partir, no se puede compartir, sólo desde el acuerdo y la racionalidad podemos educar en igualdad.Por cierto, a quien habla de querer la custodia por la pensión,¿sabes cuántos impagos hay?, te asombrarías, y legalmente, en casi ningún caso pasa nada,un hijo es para toda la vida, no para utilizarlo como arma contra el otro progenitor.
@olg: Con todo el respecto, alguien que dice que la custodia compartida no mira por los derechos del niño, no sabe absolutamente nada de esto. Tema maletas: Mis hijos, con custodia materna, dormían dos días intersemanales en mi casa. Es decir, lunes con mamá, martes con papá, miércoles con mamá, jueves con papá y viernes, depende. ¿Quieres que hablemos de maletas? ¿Quieres que hablemos de estabilidad? ¿Los niños víctimas de violencia de género? Veamos: Deteriorada una convivencia siempre respetuosa hasta el punto de la ruptura, se produce una discusión entre progenitores que resulta en que el hombre, sin estar los menores presentes, pierde los nervios ante un insulto de su esposa y le da un bofetón. El primero y el último. Denuncia de ella, él se declara culpable y le condenan por violencia de género. Pregunto: En este caso y según la legislación actual, este hombre no tendría derecho a una compartida. Pregunto: ¿En qué ha perjudicado a los menores esta violencia? Lo que no se puede compartir, se puede repartir. Y ya que hablas de impagos: ¿Acaso un impago no tiene consecuencias? ¿Puede dejar de pagar una pensión un asalariado por cuenta ajena, por ejemplo? ¿Puede eludir una persona con bienes e ingresos demostrables que le embarguen nóminas y bienes para cubrir los impagos? Pues eso. A ver si crees que los impagos salen gratis.
@Belén: El problema que planteas resalta hasta qué punto estamos mezclando cosas. Número uno: A quien habría que meterle un pufo es al colegio por admitir papeles firmados por uno solo de los padres. Peleando mucho, conseguí que el colegio de mis hijos exigiera la firma de ambos cuando la custodia la tenía la madre. Me llevó muchas peleas con ellos y bastantes cartas a la inspección de educación, pero como ese era uno de los temas ante los que no cedía, lo llevé hasta el final. ¿Falta de acuerdo entre los padres en ese caso? Si yo fuese el colegio, la niña se queda como estaba hasta que haya acuerdo. De nuevo, ¿qué mecanismos serían esos que sugieres? Al fin y al cabo, el problema que planteas no es de custodia, sino de patria potestad. Ese problema sería idéntico si fueses tú quien tuviese la custodia y apuntaras a religión a tu hija contra la opinión del padre. La patria potestad siempre ha sido compartida salvo en muy contados casos. Pero existe una enorme confusión respecto al alcance de una cosa u otra. Y de esa falta de concreción, vienen casi todas las desavenencias. Yo puedo, unilateralmente, tomar una decisión sin el consenso de la parte contraria. Pero la parte contraria no tiene la obligación de acatar mis decisiones. Por ejemplo, yo he apuntado a uno de mis hijos a una actividad extraescolar contra la opinión de su madre. Así que las semanas que está con ella, no lleva a la niña a esa actividad. Está en su derecho y lo acepto. Lo que hay que hacer es exigir a todas las instituciones - como colegios, médicos, etc - que, en casos de divorcio, no toleren ciertas decisiones en las que no exista consenso.
Crudo, claro que le he dicho al colegio miles de veces eso.... todo firmado por los dos, todo doble... A veces han puesto "buena voluntad" y otras no tanto. Bueno, al principio se "ganó" a una de las profes y hacía lo que le salía de su santa voluntad. TE dice, incluso, que es una dcisión de la niña que es a la que hay que hacer caso.... Y, por cierto, yo también la tengo en una actividad que el no quiere, o va al comedor cuando está conmigo y no cuando está con él (y ni te imaginas lo que eso supone para la niña, de enfadarse conmigo porque yo la llevo al comedor o quiero que haga deporte) Esto no es compartir, perdona, hacer que la niña o el niño haga cada semana lo que a uno de los progenitores le parece lo mejor, lo correcto... no es compartir, no es una custodia compartida. Y los colegios, muchas veces, se lavan las manos. EN relación a maletas, mi hija vive una semana en cada casa... Y, por ahí sí que no: nadie, ni ella ni él se puede calentar y pegarle un bofetón. Si llegas a hacerlo, me da igual que sea uno, ejerces violencia (igual que la puedes ejercer de manera psicológica con lo que te planteo de: la semana que está conmigo, mando yo). Y la violencia no se puede permitir en ningún momento... por esa no paso. Si no ves lo que influye eso en los hijos/as....
La custodia compartida puede ser buena o mala, dependiendo de las circunstancias, de cómo sean el padre y la madre. Por ejemplo, un padre maltratador jamás debe tener la custodia de ningún hijo, tanto si es maltratador de los hijos como si lo es de la madre de los hijos. Darle la custodia a un maltratador es aberrante.
EU yo, me gustaría que también comentes, a igualdad de género, que hay una gran mayoría de mujeres que son maltratadoras y agresivas con sus mujeres y a las que también se les debería impedir la custodia de sus hijos.
@Eu yo: El problema es que el concepto de maltratador se encuentra absolutamente pervertido. Quien tras años y años de respeto, en un duro proceso de separación, pierde los nervios y golpea una vez a su pareja, será condenado como maltratador. Y, de cara a la ley y a sus posibilidades en temas de custodia, estará en el mismo saco que aquel o aquella que golpeó y humilló durante años a su pareja. Si aceptamos que el primer caso (primera y última violencia) debe ser considerado y tratado como maltratador, entonces cualquier progenitor que un día pierde los nervios y abofetéa aunque sólo sea una vez a su hijo, debería ser privado instantáneamente de su custodia. Orden de alejamiento y condena.
Un buen articulo y centrado como pocos. me parece que habla de la situación con realismo diciendo que parece paradójico que los padres que no se han responsabilizado antes de los hijos, reclamen ahora sus derechos. Y que no parece que el mejor modelo sea la perpetuación del modelo madre cuidadora por defecto. Las dos cosas son algo que hay que barajar en las separaciones, donde muchos hombres abogan por la custodia compartida para repartir econmicamente la vivienda y dejando a sus hijos con otros (abuelos, etc) si se tienen que hacer cargo de ellos o al libre albedrío del niño sin cuidado de ningun tipo. tambien es verdad que en algunos casos, aunque los menos, algunos hombres son verdaderos padres responsables y es licito que se repartan los bienes y los tiempos de los niños. Pero no es el caso más frecuente. Me parece que el articulo intenta tender puentes entre las diversas situaciones, pero asi no vale la custodia compartida sin más e indiscriminadamente como intentan algunos.
@holahola: Los padres “que no se han responsabilizado de los hijos” (¿qué quiere decir exactamente eso? ¿Volvemos a lo mismo del principio? ¿Qué es dedicación, haber cambiado un pañal o haber ganado el dinero para comprarlo?) reclaman sus derechos porque, sencillamente, se los han arrebatado. Un padre, por mucho que pasara el día trabajando, sabía que al llegar a casa podría al menos abrazar a su hijo o, sencillamente, verle dormir y sentirle cerca. No necesitaba mucho más para seguir sacrificándose por su familia. Porque eso es lo que hacen la mayoría de los padres a lo que se culpa de no pasar tiempo con sus hijos: Sacrificarse por ellos. Así que cuando se les arrebata el pequeño momento de recompensa que les permitía levantarse cada mañana para alejarse de los suyos, es lógico que reclamen derechos, especialmente porque se les sigue exigiendo que provean a su familia sin darles nada a cambio. Muchas madres custodias convierten a los abuelos en los nuevos padres y madres, y la mayoría de los padres de madres custodias pasan mucho más tiempo con sus nietos que los propios padres. No acuse injustamente a los hombres de pecados que cometen muchas mujeres.
El debate acerca de la custodia compartida está saltando a la opinión pública gracias, en gran parte, a una multitud de asociaciones, mesas, plataformas y otros colectivos cuyo fin principal está orientado a la construcción de un modelo de familia diferente desde la perspectiva de una ruptura de pareja con hijos en común.Que duda cabe que desde la mayoría de los actores sociales intervinientes ha existido cierta dejadez a la hora a abordar un cambio necesario que implicara una equiparación o incluso inversión de los tradicionales roles sexuales en las familias.Una punta de lanza emergió, sin embargo, con la última ley del divorcio, que agilizó los trámites de las rupturas de las parejas; y, pese a ser susceptible de críticas, el siguiente paso lo constituyó la ley integral de violencia de género, cuya significativa y creciente instrumentalización para asegurarse beneficios en futuros procesos de familia ha conducido a un estallido social de denuncia sobre las incompresibles desigualdades e injusticias que sufren los padres en relación a las madres.Desde el punto de vista de los hijos, la polémica está servida. Los detractores de la custodia compartida básicamente argumentan la inestabilidad que al menor le producen las alternancias domiciliaria (niños maleta, ya sabemos)......y ahí se quedan. No toman en cuenta el impacto que para un hijo pueda tener verse privado de uno de sus padres; la carencia de modelos sexuales necesarios para una correcta identidad del menor; la enfermiza relación que se establece con el progenitor custodio; la imposibilidad del progenitor no custodio para contribuir racionalmente a la educación de sus hijos, desde el afecto y el cariño, claro, pero también desde la disciplina; el adoctrinamiento del menor contra el progenitor no custodio (el llamado SAP en ámbitos psicológicos), y una cuota de poder atribuida al progenitor custodio, que habitualmente es mal utilizada y deviene en incumplimientos reiterados del régimen de visitas y otras lindezas.Nos encontramos, de este modo, ante un previsible cambio normativo que modifica cierto articulado de un obsoleto Código Civil, de cuya aplicación resulta casi el noventa por ciento de las custodias concedidas a las mamás, y con ello, una serie de prerrogativas que aunque en un principio pudieran considerarse beneficiosas, observadas con objetividad, no lo resultan tanto.Me explico: el hecho de que a una mamá le atribuyan una custodia monoparental le cercena, al menos por diez o doce años, su trayectoria profesional y su vida social. No me entretengo más en esta evidencia. Además, si con la custodia viene el uso y disfrute del domicilio, nos encontraremos que una vez el menor deje de serlo, se encontrará de patitas en la calle. Así, sin más. Y por último, se verá abocada a luchar a brazo partido con un hijo o una hija, que no habiendo recibido más que caprichos por parte de uno u otro progenitor para, literalmente, "comprar" su afectividad, se habrá convertido en un ser déspota, sin límites y echado a perder como persona.Finalmente, no queda sino puntualizar la alusión hecha en párrafos precedentes acerca de la instrumentalización de la ley de violencia de género. ¿Creen ustedes que no se reducirían las denuncias, los episodios de malos tratos bidireccionales (en conflictos de pareja, igual de cabrón es el uno como lo es la otra) o las muertes finales tanto de mujeres como de hombres, si en el proceso de ruptura ambos dos, padre y madre, supieran que no iban a obtener "beneficios"? Yo siempre escuché a TODAS LAS MADRES DECIR: por mis hijos mato. Imaginen ustedes a un hombre despojado de sus hijos, su casa, su nómina y además grotescamente mofado por aquella: "te voy a quitar hasta los calzoncillos". Saludos a todos y muchos besos a mi hija Elvira. Amor mío, papá luchará siempre por tí.
Estando de acuerdo, en casi todo, hay algo que me suena a trampa, los roles practicados durante la convivencia, no tienen, por que afectar a la custodia posterior, ya que muchas madres, que han estado cuidando a los hij@s, a partir del divorcio, no van tampoco a poder seguir haciéndolo, ya que deberian iniciar otro tipo de vida, al igual que el padre, puesto que ambos dos, tendran que cambiar sus vidas, tanto sociales como laborales, y en cuantos a la violencia de genero, siempre que haya sentencia firme, de lo contrario, estaremos poniendo en bandeja, el aumento de denuncias, de dudosa sinceeidad
El señor ministro, pretende dejar la decisión, en manos del juez, una persona que no conoce ni a los niñ@s, ni a los progenitores, el juez solo debe de entrar a valorar la custodia compartida, cuando uno de los progenitores, plantee, la incapacidad, o la falta de adecuación de el otr@, mientras esto no ocurra, l@s hij@s, tienen el derecho a la CUSTODIA COMPARTIDA, y si uno de los progenitores, no la quiere, ese progenitor, debería compensar al otr@, por la dedicación, que el o ella no asumen, así de sencillo, ahorraríamos en justicia, desatascaríamos los juzgados, y posiblemente, nos divorciaríamos menos alegremente, ya que ninguno de los progenitores, tendría los beneficios actuales
Yo ya paso de estas cosas, ojalá hubieran existido cuando las reclamé en el 2002, ya que mis hijos hubieran tenido un padre, en lugar de un pagador de sus gastos. A veces la justicia llega espantosamente tarde para merecer el nombre de justicia... buena suerte a los que me sigan y, sobre todo, a los que a partir de ahora se encuentren en el lugar de mis hijos.
No tengo experiencia personal. Lo que he visto a mi alrededor es a muchos hombres desentendidos del cuidado de los hijos y de pasarles la pensión , que tengo entendido es escasa, Luego dudo que se quiera la custodia por razones monetarias. Pero en los últimos años he visto algún caso de un mejor cuidado y dedicación a los hijos, por parte de los padres, después de un divorcio y una mejor relación entre los progenitores. Son casos en que los progenitores se convierten en amigos, rehacen sus vidas y y es como si la familia se agrandase. Eso, lo he visto también en familias cubanas que siguen en contacto con sus anteriores parejas después de dos o tres divorcios. Para mi es un grado de civilización admirable. Un comportamiento de consenso y solidaridad que si se desarrollara ahorraría pleitos y disgustos.
Mi experiencia:1.- Es básico afrontar una separación abstrayéndose del rencor a una persona con la que no debiéramos habernos unido. Alejar odio para analizar mejor la nueva vida que nos espera.2.- Al punto anterior uno lo siguiente: es más adecuado seguir los consejos de los que hablan en positivo que escuchar a quienes nos aconsejan alimentar nuestra desesperación. De verdad.3.-La mejor solución es la que contempla el respeto mutuo hacia ambos padres. El respeto significa escuchar al otro y valorar su argumentación. A esto se le puede llamar custodia compartida o no. Añadir que custodia compartida no significa dividir por dos el tiempo y el lugar donde deben vivir los hijos.4.- Con el inicio de la nueva vida debemos aceptar que no vamos a ver las mismas cosas que antes (ni el mismo dinero va a correr por nuestros bolsillos). Ante este cambio quizás debamos plantear novedades y adoptar, por ejemplo, nuevos roles. Si antes un progenitor no dedicaba suficiente tiempo con los hijos, bienvenido sea el cambio.4.- Tratar de no judicializar el escenario. El juez no sabe mejor que nosotros lo que conviene a nuestros hijos y a nosotros mismos. Los casos de maltrato y violencia de género sí deben llevarse al juzgado; aunque entiendo que esos casos no son tan habituales.Un abrazo a todos.
Custódia compartida y los niños siempre con las mujeres. No a la violência de género.
Custódia compartida y los niños siempre con las mujeres. No a la violência de género.Publicado por: cruda | 09/06/2013 12:27:40 No, cruda, eso es absurdo. La custodia y con quien deban estar los niños depende de los casos. No a la violencia de género, por supuesto. Y no a las mujeres que "siguen enamoradas" de los que las maltratan. Y no a las que quieren que "las tengan como a una reina" porque eso significa no querer ser libres sino en una dependencia total de su hombre, y los hombres que ofrecen eso a las mujeres lo que buscan es tenerlas a su merced, controladas, con dependencia económica, que no sean libres para que estén en sus manos.
Belén y todos/as: En mi caso, tenemos custodia compartida, de momento "encubierta", o sea no oficial pero vamos a oficializarla. Yo también siempre he sido una gran defensora de la CC (claro, que también he sido siempre una gran defensora de MI independencia económica y no la dejo en manos de ningún hombre). Al principio él no la quiso. Luego, cuando empezaron los impagos (o sea, en su caso está claro que no se ahorrará gastos sino que le aumentarán, porque ahora pagará unos desayunos y cenas que antes no pagaba), por enésima vez se lo pedí, o eso o le denunciaba (de bracitos cruzados no me iba a quedar). La verdad es que no hemos sido excesivamente beligerantes, supongo que los típicos roces inevitables que siempre hay, pero nunca hemos llegado a más. Al ver que la CC va bien, que mis hijas están incluso mejor psicológicamente, me decido a oficializarla. Podría decirse que llevan "2 vidas paralelas": conmigo van a comedor, con él no; conmigo van a madrugadores, con él no; 2 cumpleaños, 2 Reyes, ... y yo digo "¿Y?" ¿Cuál es el problema, el trauma? De verdad, creo que a veces los adultos nos inventamos problemas en los niños, que en realidad son NUESTROS problemas. Ellas ya saben que mi semana quedan a comedor y su semana no. A cambio, saben que su semana pasan muchas horas con la abuela, mientras que mi semana yo las recojo del cole y pasan la tarde conmigo; y yo las dejo en madrugadores, que será un rollo, pero las llevo YO. Y saben que en algunas ocasiones (no todas) yo personalmente me quedo en casa a cuidarlas cuando están malitas. Eso sí, en verano les toca ir a escuela de verano (con él no, pero quedan con la abuela).Yo considero que se enriquecen, porque ven que la vida no es sólo de una forma. Por cierto, no hay maletas, tienen su ropa de allí y su ropa de aquí, nunca las he oído quejarse ni traumatizarse por ello. No debemos tener tanto miedo a los cambios, yo ya voy por mi cuarto cambio de población y vivienda en mi vida, y no será el último porque estoy de alquiler. Con cada cambio, aprendes que la vida no es fija, que aunque hagas planes, luego las cosas son como son, ¿Y? ¿Cuál es el inconveniente?[Y conste que te entiendo en la parte de que tú quieras que hagan deporte y el padre no, yo tb quiero que hagan, al menos, UNA extraescolar por la tarde, por suerte hasta ahora las han llevado aunque lo he pagado yo íntegramente (sin pensión, recordad); y este año la mayor es ella la que quiere, así que al pedirlo ella, espero que la respeten, yo desde luego pienso hacerlo; si luego a sus 12 años quiere venir conmigo (o con él) pues que el juez la escuche]
lo mas importante en que mientras la custodia compartida es un modelo de familia democrático, la custodia exclusiva es un modelo autoritario, según demuestran todos los estudios que hay sobre estos temas. .
Un descuido que el articulista cite a María Pazos y no cite la reivindicación que como feminista defiende y que afectaría tan positivamente a este problema de la custodia compartida: permisos, iguales e intransferibles de nacimiento y adopción y pagados al 100% para ambos progenitores, sean del sexo que sean, posean la identidad de género que posean y tengan la orientación sexual que tengan.¿Cómo pedir corresponsabilidad entre mujeres y hombres si es la misma Ley (arts. 48 y 48 bis E.T.) la que diseña el tipo de responsabilidad de cada cual, y que sigue, a pesar de los pesares, asentada en la división sexual del trabajo (varón productor sustentador- mujer reproductora cuidadora)? La prueba: permisos parentales actuales: maternidad, 16 semanas. Paternidad, 2 semanas.Este tema es muy delicado puesto que hace sufrir a muchas personas y comprendo que es fácil caer en el error de mezclar churras y merinas cuando lo que se pretende vender no son ovejas.Dori Fernández. PPiiNA: www.igualeseintransferibles.org
A habido un desplazamiento. La geopolítica familiar está en cambio permanente - generalizo-
La tectónica de placas ha llevado a las mujeres a trabajar fuera de casa, a los hombres a ocuparse del hogar. Ha habido un cambio de PODER, ellas lo han perdido en casa, ellos lo han perdido fuera. Aquí estamos: ellas y ellos. ¿Sabremosentendernostodos?
Y, tengo muy claro que el egocentrismo de ellas/ellos ha llevado a nuestras hijos/hijas a vivir lo que viven. En millones de años ha habido menos cambios en la estructura familiar, en la vida del días a día, que en estos últimos cincuenta años. Y está bien ser moderno/postmoderno pero a veces conviene leer algo de antropología.
Venga! el DESEO, vengan! las lecturas de Cuentos de Príncipes y Princesas; Vengan! anuncios de coches potentes y cremas reparadoras... Vengan! ...Sueños.
Y con ellos la gratificante experiencia de ser/estar en la Nada... por querer todo: un novio/a estupendo/a, un trabajo mejor que el tuyo, unos niños lindísimos, una casa en el campo, un piso en la playa, un anillo amor mío de diamantes, un rolex....Y por querer Todo tanto, tanto.... hemos jodido... chicas/chicos... a nuestros hijo/as.
Ya!... que van a ser los jueces los que prohíban leer a los Hermanos Grimm, ya!, que van a ser los jueces los que prohiban ver telecinco....
Chicas, chicos.... esto o lo resolvemos nosotra/os (madres/padres) o no hay Juez que reparta la parte... ¡nunca será suficiente!
Y, si uno mira a los ojos de su hija/o igual descubre que tiene una madre/padre que son maravillosos.
¿Y si cambiamos el chip!!!!?
¿Y si jugamos a querernos todos?
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