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El síndrome de la felicidad aplazada

¿Pospones tu ocio por el trabajo?¿Crees que mañana serás más feliz que ahora? Si hemos contestado afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores, es posible que seamos “procrastinadores” (no suena como un piropo, precisamente). Procrastinar significa dejar de hacer cosas importantes y sustituirlas por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Hay de dos tipos: Una relacionada con las cosas cotidianas (planchar, hacer la declaración de la renta…) y otra que afecta a cuestiones más fundamentales, como cambiar de trabajo, de ciudad o, incluso, de pareja… Y es precisamente este último tipo el que está relacionada con el “síndrome de la felicidad aplazada” (deferred happiness syndrome), que afecta al 40 por ciento de los profesionales de países desarrollados como Australia. Identifiquemos sus síntomas:

  1. ¿Buscas una vida con mejores comodidades (casa, automóvil, colegios, vacaciones...) y eso te obliga a trabajar más horas y más duramente?
  2. ¿Tienes la necesidad de ahorrar todo cuanto puedas para tu jubilación, momento quizá sublimado?
  3. ¿Tienes miedo a cambiar de trabajo aun teniendo la posibilidad y prefieres seguir con el estrés con el que vives
  1. ¿Buscas una vida con mejores comodidades (casa, automóvil, colegios, vacaciones...) y eso te obliga a trabajar más horas y más duramente?
  2. ¿Tienes la necesidad de ahorrar todo cuanto puedas para tu jubilación, momento quizá sublimado?
  3. ¿Tienes miedo a cambiar de trabajo aun teniendo la posibilidad y prefieres seguir con el estrés con el que vives

Como diría John Lennon: La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes. Y es posible que la felicidad también.

RECETAS:

  1. Identifica si sufres del síndrome de la felicidad aplazada, trabajando un exceso de horas y pensando que en un futuro las cosas irán mejor.
  2. Valora qué aspectos de tu presente te hacen feliz y cómo podrías seguir reforzándolos.
  3. Define un plan de acción para tomar las posibles decisiones difíciles.

FÓRMULA

Aprender a disfrutar el presente es una de las características para evitar el síndrome de la felicidad aplazada.

Comentarios

Yo intento ser feliz siempre, pero es cierto que la vida reglada te lleva a aplazar ciertos momentos de felicidad, y al final cuando te das cuenta te has pasado años aplazando una felicidad que nunca llega o si llega, no ha merecido la pena tanta espera.Romper con lo que te hace infeliz mucha veces es difícil, pero muchas veces es la única solución.http://cocinarconciencia.blogspot.com.es/2013/04/natillas-caseras-con-galleta.html
procRastinar, se dice procrastinar.
Lei un libro que hablaba del "plan de vida diferido", en el que primero se realiza un gran esfuerzo para luego disfrutar del premio, que no llega porque al final siempre difieres la recompensa con la promesa de que será mejor. Y hablaba del "Plan integral de vida", aquel en el que se vive siempre con plenitud, compartiendo esfuerzos y gratificaciones a lo largo de una vida más feliz. El artículo me ha recordado aquel libro, aunque en este caso se le da un enfoque más asociado a lo que se llama conciliación de la vida laboral y familiar (digamos que el libro se centraba más en el largo plazo).
Pues yo leí una vez que las personas hablan de lo que les gustan, lo militares por ejemplo del ejercito y que siempre hay que hacer lo que a uno les gusta, hasta en las vacaciones, como si quiere estar un mes en cama, durante los días de ocio y me gusto los concejos, no hablo de nada, no me gusta hablar, no hago nada, no me gusta trabajar y me paso too el tiempo que puedo en la cama y soy muy feliz, no busco una vida mejor, no tengo necesidad de ahorrar y no tengo necesidad de cambiar mi vida laboral y disfruto del segundo.

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