El cardenal

En medio de una crisis espeluznante que atiza sin atisbo de mengua a miles de familias españolas, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, ha tenido el arranque de amonestar severamente al Gobierno por no emprender sin más dilación la reforma de la legislación vigente referente al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.

<HS12>Cuando más de 400.000 familias han sido desahuciadas desde que comenzó la crisis y más de un millón de familias —familias cristianas muchas de ellas— tienen a todos sus miembros en paro y otras tantas carecen de algún ingreso, al cabeza visible de la Iglesia católica española le quita el sueño el matrimonio gay e igualmente le conturba la actividad de grupos y plataformas ciudadanas, envolviendo lo que es una evidente crítica por la actitud de estos movimientos en una supuesta preocupación por la quiebra de la paz social. Por el agujero de su sotana, sin embargo, se le ha ido a monseñor Rouco la urgente denuncia, esa sí, de una calamidad que aqueja a una ciudadanía que cae sin remedio en un pozo sin fondo, así como de los varios y verdaderos responsables que han originado tan crítica situación.— Fernando Ruiz Cerrato.