Doctrina en las aulas
La máxima autoridad en educación de la Comunidad Valenciana, la consejera Catalá, dice que aun “no compartiendo algunas afirmaciones” de las vertidas en su aula por la profesora Casanova de la Universidad —privada y católica— Cardenal Herrera (“las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor”, entre otras), las define y respeta como libertad de cátedra.
Me pregunto por qué no trata de explicarles a los jóvenes de su propio partido en Castellón, esos que van lanzando denuncias anónimas desde la campaña “me quieren adoctrinar”, el asunto tal y como ella lo ve.— Dino Salinas Fernández. Vicedecano de la Facultad de Magisterio. Universitat de València.
En mi universidad (CEU Cardenal Herrera) no nos adoctrinan. Desde mi perspectiva y en la carrera que yo estudio, Ciencias Políticas, esto es totalmente falso. En nuestra facultad se escuchan y respetan todas las opiniones, se debate y se escucha cada posición, independientemente de cuál sea esta. Siempre desde el respeto. Nuestros profesores son buenos profesionales. Nos enseñan a profundizar, investigar y a razonar, sin ningún desvío ideológico de por medio.
No hay que dejarse llevar por titulares sensacionalistas. No estoy justificando nada de lo que ha dicho la profesora Casanova, ni menospreciando la información publicada por EL PAÍS, faltaría más. Personalmente, no comparto ninguna opinión de las que se han difundido, pero eso no conlleva la condena general de toda la facultad, de sus estudiantes y de sus profesores.
Como en todas partes, hay de todo, de un color y de otro, de una opinión y de otra, pero lo que no se puede es generalizar. La opinión de una profesora no la convierte en la de la universidad y menos en la de sus alumnos. Repito, no nos adoctrinan.— José Enrique Val Montrós. Valencia.
