Sordos
Necesitamos urgentemente sangre nueva en todos los partidos; el país entero está cansado de los modos de nuestros representantes y cada día hay una disociación mayor entre la calle y ellos
Lamento que la joven socialista Beatriz Talegón fuera abucheada e insultada por un puñado de frenéticos en la manifestación contra los desahucios del otro día. Precisamente que estuviera en la manifestación era alentador. Siempre dije que la profesión de político es muy necesaria y muy digna; a mí me gustan los políticos; los que no me gustan son estos políticos. Necesitamos urgentemente sangre nueva en todos los partidos; el país entero está cansado de los modos de nuestros representantes y cada día hay una disociación mayor entre la calle y ellos, como ha demostrado la última encuesta sobre la ley hipotecaria, en donde tanto los votantes del PP como los del PSOE opinan lo mismo y están abrumadoramente a favor de la dación en pago (90%).
Creo que, encerrados en su pequeño mundo de intereses y luchas de poder, la mayoría de los políticos no llega a darse cuenta de la dimensión de la tragedia que está viviendo una buena parte de la sociedad. Hay más de 600.000 familias sin ningún ingreso. Es decir, no cobran ni un euro desde hace meses. No pueden pagar los alquileres, les cortan la luz, les cortan el agua, no tienen literalmente para comer. Y, mientras tanto, lo único que vemos son escándalos de corrupción por todas partes. Con insensibilidad grotesca, la OCDE ha recomendado vigilar a los parados para ver si muestran verdadero celo en buscar trabajo. Casi me dio la risa: ¿vigilar a los parados? Lo que hay que hacer es vigilar a los políticos, a los grandes empresarios y a los banqueros y evitar sus abusos. Que Talegón y otros jóvenes como ella monten mecanismos democráticos que impidan el juego sucio: necesitamos gestos, hechos que nos permitan volver a confiar. Por ejemplo: ¿por qué no se ha indultado aún a Reboredo? Me siento como si todo el país estuviera gritando y nuestros dirigentes fueran sordos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.