Nieve, esquí y 'schnapps' por un tubo en St. Anton
A las nueve de la noche, con un considerable nivel etílico, la peña se pone los esquís o la tabla de snowboard y baja (o trata de hacerlo como puede) los últimos 200 metros de pista que quedan hasta el pueblo. Es el momento más peligroso del día, más que una travesía fuera pista y en una ladera llena de aludes. Hay algunos/as que no sé cómo no se matan en el intento.
Constatado que uno de los atractivos de St Anton es su buen ambiente nocturno (no me extraña que la estación esté llena de gente joven) diré también que además, es un gran domino para disfrutar del esquí alpinoen uno de los entornos más bellos del Tirol. Con el mismo pase tienes acceso a St Anton y otras seis estaciones más, incluidas las de Lech y Zürs. En total, 280 kilómetros de pistas.
En St Anton hay descensos para todo tipo de esquiadores, pero la disfrutarán mucho más aquellos que tengan un cierto nivel porque la mayor parte del dominio son pistas rojas y negras muy cañeras. Pero St Anton es sobre todo un paraíso para los fuera de pistas: hay docenas y docenas de posibilidades, muchas laderas vírgenes, recorridos entre bosques, travesías y excursiones míticas como la que lleva desde lo cima del Valluga (2.811 mts), el pico más alto de la estación, hasta la vecina localidad de Zürs, donde se empalma con la estación de Lech. ¡Todo un mundo de nieve virgen y parajes espectaculares para esquiadores con nivel!Si no conoces bien la zona es más que aconsejable hacer la travesía con guía; el riesgo de aludes es muy alto. Es imposible hacerla en sentido inverso, así que para volver hay que coger el ski-bus que une continuamente el domino de St. Anton con el de Lech-Zürs.
Un estupendo hotel: el Valluga (hablan español porque el dueño tiene otros dos hoteles en Mallorca).
Para cenar: en la calle principal hay restaurantes de todo tipo, incluidas pizzerías económicas y un bar de tapas español (La Bodega); aunque la mayoría de alojamientos funcionan en régimen de media pensión.
Si te va el apreski más tranquilo: el spa-wellnes municipal (www.arlberg-well.com), con piscinas climatizadas exterior e interior, sauna, baños turco, etc.
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