_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Socialistas sin miedo al miedo

Hay que superar los reveses electorales y defender los principios básicos

De lo único que tenemos que tener miedo es a tener miedo. La frase la pronunció Roosevelt durante su discurso de investidura y fue el inicio de la política del New Deal (el nuevo contrato) que llevó a cabo y sacó a EE UU del pozo en que le había sumido el crash de 1929. Hoy vemos muchas coincidencias con aquella crisis económica de hace casi un siglo.

La crisis económica se ha llevado por delante muchas cosas. Ha destruido presentes y futuros; ha puesto en solfa los logros que dos generaciones de españoles consiguieron gracias a su imaginación y esfuerzo. En el altar de los mercados se queman cosas para las que no hay recambio y ese espectro del miedo también parece haber secado el árbol de la izquierda.

Esta realidad se ha ensañado especialmente con los socialistas, que nos hemos quedado desdibujados. Nos ha ocurrido en un momento en que los ciudadanos han perdido la confianza que tenían en nosotros y en el Estado. Así, como hemos podido ver con los movimientos 15-M y Democracia Real Ya, el prestigio de la política se ha hundido. La crisis económica ha dejado a España más pobre y a los españoles, atónitos ante la falta de nuevas respuestas políticas.

El PSOE debe atreverse a lucir sus colores de siempre y hacer frente a las derrotas electorales y la presión de los mercados. Debemos decir que hay otro camino para resolver los problemas. Somos responsables como corresponde a un partido de Gobierno, pero eso no significa que estemos mudos y hay que empezar a hablar con claridad.

El Estado de bienestar solo estará en crisis si decimos que lo está. Como socialistas debemos garantizar la sanidad y la educación públicas. Es nuestra obligación idear la manera de que el sistema que garantice ambas cosas sea sostenible y eficaz, garantizando la igualdad en todos los sentidos.

Tenemos la responsabilidad histórica de modernizar el obsoleto sistema impositivo español

Los impuestos son la única vía para redistribuir la riqueza y los socialistas tenemos la responsabilidad histórica de modernizar el obsoleto e injusto sistema español que condena a pagar más al que menos tiene, y no al que más tiene, gana o hereda. Apostemos por una fiscalidad directa que obligue a las grandes fortunas físicas y jurídicas a aportar más. Hay que perseguir los delitos fiscales y financieros. Es urgente acabar con las aportaciones estatales a todas las confesiones religiosas, y revisar la fiscalidad de la Iglesia católica. Tenemos que poner fin al régimen de privilegio de las Sicav y acabar con los sueldos públicos abusivos. Hay que incorporar una nueva cultura de la corresponsabilidad social, con subvenciones con contraprestaciones. El Estado tiene un patrimonio enorme infrautilizado y mal mantenido que hay que, llegado el caso, vender para reinvertir los beneficios.

La inversión pública es clave y las Administraciones deben fomentar infraestructuras productivas e inteligentes que hagan más moderno y competitivo nuestro sector industrial, turístico y agroalimentario. Debemos crear puestos de trabajo de calidad y eso solo se logrará con una apuesta decidida por las industrias sociales, la creación intelectual, la nueva responsabilidad social empresarial y la investigación científica y tecnológica. No permitamos que ni un solo investigador más se vaya después de ser formado en España.

Ninguna posición política moderna será creíble si no se basa en una nueva relación entre las personas y territorio. El medio no es un solar para especular, sino un espacio de reciprocidad que hace urgente una nueva cultura de respeto. El Medio Ambiente es una solución para nuevas industrias.

Hay que vincular la educación, la formación profesional, el tejido productivo, los centros tecnológicos, universitarios y las Administraciones públicas. Solo nosotros somos capaces de apostar por nuevos modelos empresariales como el cooperativismo e iniciativas para emprendedores en los sectores emergentes como las telecomunicaciones, sin olvidar el impulso público a la internalización de nuestras empresas, destinando a ello las embajadas e institutos públicos.

Es nuestra responsabilidad la modernización de la estructura institucional. Las Fuerzas Armadas, la Casa del Rey y las empresas públicas deben ser auditadas, con sus balances publicados y de acceso universal. Hay que eliminar el Senado, revisar las Diputaciones Provinciales y los órganos consultivos y fiscalizadores duplicados, buscando su máxima independencia. Las Administraciones sirven a los ciudadanos y no al revés: toda aquella institución que no sirva ya para su propósito debe ser renovada o eliminada. Las tecnologías permiten la participación democrática. Debemos implantar las listas abiertas y nuevas formas de elección representativa más allá de los partidos y los sindicatos.

El PSOE es un partido de izquierda y de Gobierno. Con esa idea como brújula tenemos que superar los reveses electorales y no enzarzarnos en peleas internas. Hay que hablar y proponer sin miedo. En nuestro discurso gritar los principios básicos para todo el sistema: laicidad, transparencia, fiscalización, igualdad y más democracia. Siempre sin miedo.

Francesc Romeu Martí es vicesecretario y portavoz del PSPV-PSOE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_