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El hijo de Michael Douglas sufre agresiones en la cárcel

Según 'The New York Post', se ofrecieron 75 euros por romper las piernas al joven Cameron Douglas cumple condena en prisión por tráfico y consumo de drogas

Cameron Douglas durante una gala contra el SIDA en Berlín, en 2004.
Cameron Douglas durante una gala contra el SIDA en Berlín, en 2004.

Las noticias siguen sin mejorar en el clan Douglas. Tras los problemas que le costaron cerca de 10 años de prisión por posesión y tráfico de drogas, Cameron Douglas, hijo de Michael y nieto de Kirk, sufre ahora una rotura de fémur causada en la cárcel supuestamente tras haber sido víctima de una venganza. Douglas, de 34 años, habría sido amenazado por los narcotraficantes que le proporcionaban droga y a los que denunció hace dos años para reducir su condena.

Según informa el periódico The New York Post los hermanos David y Eduardo Escalera habrían ofrecido 100 dólares (unos 75 euros) a quien rompiera las piernas al joven Douglas durante la liga de fútbol americano celebrada dentro del centro penitenciario. Advertido, el preso se retiró de la competición. Aún así no logró evitar la lesión, que se saldó con un fémur roto y una fractura en la mano. Al parecer estas heridas, producidas hace dos meses, no recibieron el tratamiento necesario y le mantienen aún en muletas.

El ataque, del que se desconocían los detalles hasta esta semana, es el último en una larga lista de incidentes en la vida de Cameron Douglas. El joven, fruto del primer matrimonio de Michael Douglas con la también actriz Diandra, fue condenado a cuatro años y medio de cárcel por consumo y tráfico de drogas, especialmente heroína y metanfetamina.

En un principio, la condena fue rebajada gracias a su colaboración con las autoridades. Sin embargo, meses más tarde, se vio incrementada en otros cinco años después de que el reo intentase conseguir drogas dentro del correccional neoyorquino en el que se encontraba esos días, una pena que el diario The New York Times consideró excesiva dado que, por lo general, los reclusos solo reciben castigos administrativos por ofensas similares dentro del sistema penitenciario. En la actualidad el joven Douglas cumple su condena en el centro penitenciario de Pensilvania (EEUU), donde sus padres le visitan por separado y donde no podrá aspirar a otro tipo de régimen carcelario más abierto hasta 2018.

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