Más lecciones de historia
El miércoles por la mañana, mientras tomaba el desayuno, sufrí una indigestión al leer el artículo de David Harris en EL PAÍS. En dicho texto apelaba a la historia para justificar las acciones de Israel en las últimas semanas y, deduzco, en el último lustro. Me sentí entonces en la obligación de impartirle unas humildes clases de historia a este señor.
Al igual que hizo España con el Sáhara el Gobierno británico, administrador de Palestina tras el desmantelamiento del Imperio Otomano, traicionó la promesa de un Estado palestino libre e independiente. Con la pomposa Declaración de Balfour los británicos prometieron un hogar judío en Palestina. Así, en 1922 una población de unos 760.000 ciudadanos, de los cuales el 87% eran árabes —tanto musulmanes como cristianos— vio cómo una potencia europea cedió a otro pueblo un territorio que llevaba ocupando más de 10 siglos. Ese fue uno de los inicios de este conflicto, al parecer, interminable.
Lo que no se puede hacer es negar 10 siglos de historia palestina; tampoco se puede menospreciar un país consolidado y democrático como es Israel. Por supuesto que la historia es importante señor Harris, pero no faltemos a la verdad.— Óscar Smith Diamante.