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Columna
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¿Quién ganó?

En España, a la vista de las reacciones, todos los partidos y todos los políticos están contentos con la victoria de Obama

Manuel Rivas

En España, a la vista de las reacciones, todos los partidos y todos los políticos están contentos con la victoria de Obama. Lo que más sorprende, en principio, es la alegría de los dirigentes del PP, a quienes suponíamos, en imperdonable despiste histórico, más cercanos al candidato Romney. Hemos visto, por ejemplo, muy indignado al señor Íñigo Méndez de Vigo y Montejo, IX barón de Claret, y secretario de Estado para la Unión Europea, cuando la presentadora de 24 horas (TVE) le dio el pésame por la derrota de la derecha estadounidense. ¿Por qué? Por afinidad ideológica, se atrevió a sugerir la perpleja entrevistadora. El conservador español se mostró muy ofendido ante semejante suposición. Por si alguien tenía todavía dudas, las despejó todas con su habitual facundia diplomática el ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo: “Ha ganado el nuestro”. Así que nos encontramos ante un desarrollo exponencial del enigma de Cabanillas (Pío): “Hemos ganado, aunque no sepamos quiénes”. O expresada a la manera de la conjetura del matemático Poincaré: “Si todo lo que parece una esfera es una esfera, todo lo que parece una victoria es una victoria”. De esta forma, tanto Rajoy como Rubalcaba pueden reivindicar como propio el triunfo de Barak Obama. E incluso con más razón podría hacerlo Cayo Lara, pues no han sido pocos los críticos y analistas que han tildado de “socialista” o “comunista” al presidente demócrata. Ya puestos, Artur Mas podría sacarle partido a esta victoria de quien en su día fue acusado por poderosos adversarios de ser un “diablo extranjero”, con la misión de destruir el sagrado imperio. Ante tanta unanimidad, quizás encontremos alguna luz en la opinión siempre chispeante del fallecido cascarrabias Gore Vidal, quien afirmaba que en EE UU hay dos grandes partidos: el conservador y el reaccionario. Está claro que en USA ganó Obama, pero me temo que en España, digan lo que digan, gobierna ya Mitt Romney.

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