¿El fin de Erasmus?

Ayer eran noticia las declaraciones de Bruselas sobre las becas Erasmus: el programa “se está quedando sin fondos”, leíamos en este mismo diario. Precisamente ahora, en el año 2012, cuando se cumplen 25 años de la puesta en marcha de esta gran iniciativa europea. Gracias a ella, millones de estudiantes hemos (y digo hemos porque sí, yo también he sido Erasmus) realizado una estancia de estudios en una universidad europea, permitiéndonos conocer nuevas culturas, métodos de aprendizaje e idiomas. Erasmus no es ese concepto de juerga y “aprobado fácil” que la película francesa L’Auberge espagnola algunos dio a entender; Erasmus me permitió, ante todo, adquirir valores y aptitudes de gran utilidad en este mundo globalizado en el que vivimos.

Cualquier recorte en educación me parece un tremendo error, pero en el caso de estas becas se trata de un paso atrás en ese derribo de fronteras hacia una Europa común. Espero que mis compañeros que actualmente están fuera, y los que tengan la oportunidad de estarlo en el futuro, puedan disfrutar de los enormes beneficios del programa, en las mismas condiciones en que lo hice yo.— Marta Hidalgo Álvarez.