Joaquín Cortés, inocente
La Audiencia de Madrid absuelve al bailarín de una supuesta estafa en el montaje de una discoteca
La Audiencia de Madrid ha absuelto al bailarín Joaquín Cortés de un delito continuado de estafa y otro de administración desleal del que le acusaban unos empresarios argentinos con los que acordó llevar adelante la explotación de un local de espectáculos, y por el que le pedían 10 años de prisión.
La sección 23 de la Audiencia ha dado la razón al fiscal, que entendía que los hechos no son constitutivos de delito de estada, sino que entre Cortés y los empresarios se produjeron “una serie de desavenencias y discrepancias sobre el proyecto inicial de inversión, denominado Proyecto Gitana, que derivó en la frustración del negocio” de instalación de una discoteca. Para el fiscal, se trataba de una cuestión ajena al Derecho Penal.
Los empresarios argentinos del grupo G. Export acusaban a Joaquín Cortés, a su hermana Marina y a su apoderado de haber utilizado la figura del bailarín de flamenco para presentarles el Proyecto Gitana , “convenciéndoles de que aportaran una cuantiosa suma de dinero que aprovecharon en su exclusivo beneficio, sin tener intención real de realizar el proyecto”.
El tribunal no lo ha entendido así, y tras repasar prolijamente las aportaciones y el entramado de sociedades creadas para llevar adelante el proyecto, concluye que “no aprecia un acuerdo de voluntades entre los acusados con la finalidad de beneficiarse económicamente, en perjuicio de los socios de G. Export, ni tampoco se puede afirmar que existió engaño, por lo que procede absolver libremente a los tres acusados.
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