La candidatura de España al Consejo de Seguridad

Merece aplauso la decisión tomada por el Gobierno de mantener e impulsar la candidatura de España a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para el periodo 2015-2016, según ha anunciado su presidente en la tribuna de la Asamblea General. Con todo, conviene que la historia se cuente completa. Esa candidatura no se presenta ahora, puesto que lo fue en 2005, bajo el anterior Gobierno. Desde entonces, la diplomacia española no ha dejado de trabajar para alcanzar ese objetivo, bajo la dirección de los sucesivos ministros de Asuntos Exteriores. Si cabe, la campaña pasó a un grado superior a comienzos de 2011, cuando la elección se tornó competida.

Para tener éxito en un reto como ese hay que ir bien pertrechado de razones y argumentos. Por eso hay que elogiar que el actual Gobierno asuma como propias iniciativas o medidas impulsadas por el anterior Gobierno y que no siempre merecieron el respaldo del entonces principal partido de la oposición, como la apuesta por el multilateralismo eficaz, la participación de fuerzas españolas en operaciones de paz de Naciones Unidas, las importantes aportaciones a programas de desarrollo y asistencia humanitaria o el lanzamiento de la Alianza de Civilizaciones. Es lo que tiene la política exterior, que con mucha frecuencia obliga a mantener un mínimo de coherencia y continuidad en la acción internacional del Estado. Lo que ahora cabe esperar es que a las palabras sigan los hechos.— Juan Antonio Yáñez-Barnuevo. Exrepresentante permanente de España ante la ONU.