Algarabía digital
Algunos comparan las pifias cartográficas de Apple con la restauración del ecce homo de Borja
Apple sufre críticas en medio mundo a causa de las pifias cartográficas incorporadas al iOS 6, el nuevo sistema operativo para varios productos de esta empresa, así como la ausencia de información sobre tráfico y transportes de los que disponían los usuarios con el anterior servicio de mapas de Google. Esta aplicación estaba incrustada en el sistema operativo desde 2007, pero ha sido relevada por la de Apple en la actualización a iOS 6.
No es difícil imaginarse lo que estarán pensando los jefes de Google. Que alguien busque ahora la Alhambra y la encuentre localizada en México o en Granollers (Barcelona), que ciertas autopistas terminen en medio de la nada o que el usuario sea enviado a Ontario, cuando pretendía encontrar la estación londinense de Paddington; o que el centro de la ciudad natal de Shakespeare aparezca como un hospital... Todo eso sí que es una algarabía. Google ha dedicado mucho trabajo a construir su sistema cartográfico y el que pretenda desbancarle ha de hacer las cosas muy bien o aguantar el chaparrón de comentarios sardónicos y chanzas que ha saludado el estreno de Apple en esta actividad. Porque los mapas y otros datos prácticos ya son considerados como servicios importantes para los usuarios de los llamados teléfonos inteligentes.
Mucho ha colaborado la cartografía digital a mejorar la capacidad de movimientos de las personas en terrenos ignotos. De ahí la estupefacción del usuario al observar errores en los mapas o que su teléfono no le ofrece datos fiables del tráfico o de la frecuencia con que circulan el metro, el tren o el autobús. Las explicaciones sobre el motivo de los errores son confusas —que si se contrataron los datos a otros, y demás— pero la empresa afectada pide paciencia. “Solo estamos empezando”, dice un portavoz.
Ala espera de soluciones, las redes sociales y los foros de Internet rebosan de excesos. Algunos se ocupan de zaherir al gigante de la tecnología comparando los resultados de su esfuerzo cartográfico con la restauración del ecce homo de Borja (Zaragoza), comparación extendida a partir de una página web en Estados Unidos. Ni el imperio de la manzana se libra de los iconoclastas.
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