La sanidad pública es un tema de justicia social
Esta entrada ha sido escrita por José A. Mansilla, Responsable del Departamento de Proyectos de Sonrisas de Bombay.
Foto: Daniel Ordóñez.
Estos días somos testigos de una de las medidas más injustas e inoperantes que se han puesto en marcha en nuestro país bajo la excusa de la crisis económica. Me refiero a la reforma sanitaria, medida que rompe con el principio de atención universal de la sanidad y deja sin atención a más de ciento cincuenta mil personas que actualmente no tiene regularizada su situación administrativa en España. Hubo un tiempo en España en que el derecho a la salud no era tal, sino más bien un servicio ligado a nuestra situación laboral o, incluso, dejado en virtud de la actuación de las instituciones de caridad. Pero, aunque no nos acordemos, solo tenemos que fijar nuestra atención en entornos no tan lejanos para ver la realidad a la que parece que la crisis y las medidas nos llevan.
Recientemente hemos contado en España con la visita del Dr. Vivek Pai, médico especialista en lepra y actual Director de la ONGD Bombay Leprosy Project (BLP). Cuando el Dr. Pai se hizo cargo de la organización hace más de 20 años, los niveles de lepra en la ciudad india eran alarmantes. Las comunidades tenían un amplio abanico de necesidades. Los recursos disponibles a nivel general, como el tiempo, el dinero o los profesionales sanitarios, o no estaban presentes o no se encontraban incluidos en la cartera de servicios de la precaria sanidad pública de la India de entonces.
El hecho de que una enfermedad tenga una amplia incidencia, pero no sea atendida Como lo son otras de distinta naturaleza pero igual morbilidad, mostraba una falta grave en la aplicación de políticas de equidad en la distribución de los recursos. Los pacientes de lepra no tenían las mismas oportunidades de ser atendidos por los servicios de salud, con la misma calidad asistencial y tecnológica que otros pacientes. Se trataba pues de una cuestión de justicia social, es decir, había que evitar de todas las maneras posibles la discriminación por cualquier razón de estos enfermos y enfermas, incluyendo la propia enfermedad o motivos como la etnia, el género, la clase social o la religión, incorporando además principios de privacidad y confidencialidad.
La situación que enfrenta ahora el Dr. Pai es completamente distinta. Con más voluntad que recursos, BLP sigue luchando contra la lepra de forma concertada con otras organizaciones de distintos ámbitos y sectores y, junto a los servicios públicos, construye una red que atiende a miles de personas de esta y otras enfermedades.
Sin embargo aun queda un largo camino por recorrer para garantizar el acceso a la salud a todas las personas, algo que es una cuestión de voluntad política, un imperativo moral y ético y no una cuestión de presupuestos. Mientras que en la India, desde distintos ámbitos, se lucha por ampliar la atención sanitaria a su ciudadanía, en países como España se dan pasos atrás, dejando desatendidos a colectivos completos, como las personas de origen inmigrado en situación administrativa irregular, hecho que se ve agravado cuando se trata de personas que se encuentran entre las más pobres, en situación de exclusión, lo que muchas veces contribuye a perpetuar el ciclo de la pobreza.
La pobreza no conoce límites ni fronteras y se asienta también aquí entre nosotros.
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