Obama se queda sin vacaciones
El presidente de Estados Unidos sustituye sus tradicionales quince días en Martha’s Vineyard por los mítines de campaña
Después de tres años consecutivos veraneando en Martha’s Vineyard (Massachusetts), los Obama este agosto no pasarán las vacaciones en la isla. El presidente de Estados Unidos ha decidido aparcar el golf y los paseos en bicicleta con su mujer y sus hijas para centrarse por completo en su campaña electoral para la reelección, según confirmó a The New York Times un alto funcionario de la Casa Blanca.
Por primera vez en tres años, a los habitantes de Martha’s Vineyard les será más fácil encontrar reserva en los campos de golf de la zona -de los que Barack Obama era asiduo y solía jugar unos hoyos con amigos y asesores- o en el Nancy's Restaurant, al que el presidente y su familia acudían para comer marisco. Además de en los clubs de golf o en los restaurantes, a los Obama se les podía encontrar paseando por la isla, disfrutando de un helado en las calles de la localidad o comprando libros en Bunch of Grapes.
El actual presidente no es el primero que suspende sus vacaciones en año electoral. Bill Clinton, que también escogió Martha’s Vineyard para descansar durante los veranos en los que estuvo al frente del país, prefirió refugiarse apenas una semana en Jackson Hole (Wyoming) para preparar su reelección en 1996. Los Bush hicieron algo similar. En 1992, George H. W. Bush abandonó su tradicional retiro familiar en agosto en Maine para estudiar la situación en Irak con todo su equipo en Camp David. En el verano de 2004, su hijo interrumpió los actos de campaña durante dos semanas, una en julio y otra en agosto, para descansar en su rancho de Tejas. Una reducción vacacional considerable, teniendo en cuenta que, hasta entonces, había reservado el mes de agosto al completo para descansar.
Además de en los clubs de golf o en los restaurantes, a los Obama se les podía encontrar paseando por la isla, disfrutando de un helado en las calles de la localidad o comprando libros
Aunque la ausencia del presidente, su mujer, sus hijas y el numeroso séquito -servicio secreto, miembros del personal- que los acompaña haya dejado muchas plazas de hotel vacantes en Martha’s Vineyard, la que no se va a quedar cerrada es la propiedad de más de 110.000 metros cuadrados en la que los Obama han estado veraneando los tres últimos años y cuyos gastos asumieron personalmente. La finca, que cuenta con establos, un pequeño campo de golf, una pista de tenis y otra de baloncesto, fue adquirida el noviembre pasado por el arquitecto británico Norman Foster y su esposa por 18 millones de euros.
El verano pasado, varios medios republicanos criticaron al presidente por repetir vacaciones entre la élite de Martha’s Vineyard en plena crisis económica. Este año, salvo cuatro días en Camp David por el 4 de julio, el único descanso que Obama se ha permitido fue en Año Nuevo, cuando se escapó unos días con Michelle y sus hijas a Hawai.
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