El hambre llega hasta Senegal

Esta entrada ha sido escrita por Susana Hidalgo, periodista y responsable de Comunicación de Acción contra el Hambre para el Sahel

Djiby Diallo en el poblado de Matam (Senegal) donde vive / Susana Hidalgo

El niño que en la fotografía está metiendo la mano en el plato se llama Djiby Diallo y tiene 18 meses. Si nos fijamos un poco más, en su brazo, su cara y su boca, hay restos de pequeños granos. En el plato no hay papilla, ni leche. Hay arroz. Lo que ha sobrado de la comida que sus padres han comido un poco antes. Djiby vive en Matam, una región de Senegal situada cerca de la frontera con Mauritania. Djiby sufre malnutrición, como muchos pequeños en Matam, porque su familia no puede darle una alimentación diferente a la de los adultos. No hay leche, tampoco fruta. Solo cereales para mezclar con agua sucia.

Siempre que hablamos de crisis alimentaria en el Sahel nuestra mente se traslada a Níger, Mauritania, Malí. Pero de esta emergencia, que ya afecta a 18, 5 millones de personas, ya no se libran países supuestamente en mejores condiciones económicas como Senegal. En este país ya hay 800.000 personas afectadas por la sequía y la especulación con el precio de los alimentos.“Las cifras de desnutrición en Matam son preocupantes, alcanzan ya al 14,1 por ciento de los niños, cuando el límite de la Organización Mundial de la Salud para establecer que la situación es de emergencia es de un 15 por ciento”, nos cuenta Yann Dutertre, responsable de Acción contra el Hambre en Senegal.

La crisis afecta a las personas y a los animales. El ganado tiene este aspecto famélico porque no hay pastos de los que puedan comer.

Los ganaderos, muy afectados por la sequía, están viendo morir a sus vacas / Susana Hidalgo

Como las familias no pueden alimentar bien a los pequeños, estos sufren malnutrición, y es entonces cuando nos encontramos con imágenes de niños de esas que suelen molestar cuando se emiten en los telediarios. Este pequeño está ingresado en el hospital de Ourossogui. Mamadou Sow tiene dos años y el perímetro de su brazo mide solo 9, 7 centímetros. Su situación es muy crítica: por debajo de 11 centímetros (cuando la cinta que mide el perímetro llega hasta el color rojo) se considera que el pequeño necesita ayuda de manera urgente.

Mamadou Sow se recupera de desnutrición aguda en el hospital de Ourossogui / Susana Hidalgo

Las cosas pueden ir a peor, en Senegal y en el resto de países del Sahel. Las previsiones de lluvias para los próximos meses en la zona no son nada positivas. Hay situaciones que no se han podido prever, como el conflicto del norte de Malí que ha provocado la huida de 300.000 personas. Pero hay otras que sí. Esta es, no lo olvidemos, una crisis recurrente. Las agencias de Naciones Unidas, las ONG y los gobiernos del Sahel llevan meses advirtiendo de que nos podemos encontrar en breve con una situación dramática. Cuando ocurra, no podremos decir que no lo sabíamos.