Legalización de Sortu
La legalización de Sortu ha provocado división de opiniones, como era de esperar. Pero me sorprende la cerrazón con la que se expresa sobre este asunto el Gobierno pues, lo quiera o no, está enviando al olvido el hecho vital de que estamos en un nuevo tiempo, con las debidas cautelas, debido a que ETA ha dejado de matar. Repito, con las debidas cautelas.
Olvidar esto es olvidar a aquellas personas que durante años tuvieron que vivir con una amenaza de muerte; familias que incluso tuvieron que irse del País Vasco. La exigencia a ETA de “pedir perdón” a las víctimas debe hacerse extensiva a esas personas. Si no, es hipocresía.
Mi recomendación a Sortu: cuando yo estudiaba en una escuela técnica (tiempo ha), en un examen el “colega” que se sentaba próximo a la puerta buscó complicidad con unos amigos al otro lado; cuando el tribunal repartió el cuestionario, el colega se lo pasó a los amigos quienes, al cabo de un tiempo, le pasaron una chuleta con las respuestas. Afortunadamente a mí no me llegó la chuleta y aprobé. El tribunal era muy sabio; te aprobaba si veía que tenías ideas claras y te suspendía si percibía que habías copiado; suele notarse. Tenga cuidado Sortu: ha sido aprobado porque sus Estatutos tienen ideas claras, pero el Tribunal lo suspenderá si percibe que sus Estatutos son solo una chuleta de sus amigos del otro lado de la puerta.— Ignacio Rodríguez.
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